Van por La TV Pública griega

La TV Pública griega no está muerta
El plan de ajustes en Grecia, impulsado por el gobierno del primer ministro Antonis Samaras, alcanzó un límite sorpresivo: el martes 11 de junio dejó de emitir la legendaria señal pública griega, que tiene 75 años de vida. La población reaccionó porque no quiere que su televisión pública muera.(Telam)
Los corazones de los griegos se deben haber paralizado el martes 11 de junio cuando vieron que su televisión pública se apagaba de golpe, la pantalla se ponía negra y apareció un cartel que decía “no signal”.
Silencio absoluto. Muerta. Ni siquiera la ocupación nazi durante la
Segunda Guerra Mundial o la dictadura de los coroneles entre 1967 y 1974
cerraron el sistema público de radio y televisión. La sorpresa el
martes fue total. Se sabía que dentro de los numerosos planes de ajuste
impulsados por el gobierno del primer ministro Antonis Samaras estaba la
drástica reducción del personal de la legendaria señal pública que
tiene 75 años de vida. En España y Portugal se han despedido numerosos
periodistas, algunas señales regionales dejaron de salir al aire y
existen planes para privatizar diversos canales públicos. Pero en ningún
caso se cortó la transmisión y cuesta encontrar antecedentes de un
hecho similar.
Al justificar la decisión, sin incluso consultarlo
con los otros dos partidos que conforman su gobierno y que también
fueron sorprendidos, Samaras dijo que la TV Pública era un “símbolo de
corrupción y despilfarro”. Cuando uno analiza los planes de ajuste
impulsados por la ya famosa “troika “ (Fondo Monetario Internacional,
Banco Central Europeo, Comisión Europea) principalmente en España,
Portugal y Grecia, queda claro que están dispuestos a destruir lo que
queda del Estado de bienestar en esos países. En el contexto de recortes
a servicios esenciales como salud y educación no extraña que gobiernos
tan obsesionados por cumplir a rajatabla con lo que les pide la “troika”
estén dispuestos también a cerrar una TV Pública.
"Ni
siquiera la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial o la
dictadura de los coroneles entre 1967 y 1974 cerraron el sistema público
de radio y televisión."
Seguramente Antonis Samaras pensó
que nadie saldría a defender a trabajadores calificados de “corruptos e
ineficientes” y acusados de cobrar sumas millonarias. Se equivocó. Los
periodistas tomaron las instalaciones, continuaron transmitiendo, y
miles de personas se acercaron a los viejos y emblemáticos edificios
para apoyarlos. Por otra parte, la Unión Europea de Radiotelevisión en
un gesto de solidaridad decidió emitir la señal por sus propios
satélites para que se viera en todo el mundo y se extendiera la
protesta.
En la memoria colectiva griega todavía está fresco el
recuerdo de la ocupación nazi. En 1941, cuando las tropas nazis se
acercaban a Atenas, el periodista Costas Stavropoulos anunció la
terrible noticia por la emisora estatal de radio y les pidió a los
griegos que la apagaran, que no escucharan a los invasores. Hoy los
griegos quieren que la TV Pública siga viva. Fuera de sus instalaciones
miles de personas aplauden a rabiar a la orquesta sinfónica que toca
música clásica sin cesar. Están allí porque es su TV, y no quieren que
se muera.