Intento de reflotar el fantasma de la RAM
Torres vuelve a la carga contra los Mapuches con información falsa. Acusó de provocar incendios a un hombre que pelea por su existencia en el Hospital Regional de Esquel, con el 30% de su cuerpo quemado y sus vías respiratorias comprometidas, tras arriesgar su vida para apagar un incendio desatado accidentalmente en tierras de su propia comunidad y evitar que se expandiera hacia los campos de sus vecinos. Por Alejandro Pairone. El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, volvió a mentir en público por segunda vez en una semana para culpar falsamente a comunidades mapuches por los incendios desatados en su provincia.
En una amable charla que compartió el domingo por la noche en la señal
de cable La Nación+ el funcionario también reiteró su intento por
reflotar el fantasma de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), a la que
ahora dibujó como integrada por “chantas del Conurbano” que no
identificó. En ese cordial show televisivo, Torres aseguró que la
Policía había detenido al autor de un incendio ocurrido por la mañana en
las afueras de la localidad cordillerana de Esquel, precisó que se
trataba de un empleado municipal que no reconoce al Estado argentino y
que se encontraba en ese momento internado en el Hospital por las
quemaduras sufridas en el fuego. “Ya sabemos que es parte de los grupos
que avalan la violencia de la RAM”, falseó.
“Son grupos de falsos
mapuches y falsos tehuelches que bajo falsas banderas cometen delitos
como usurpaciones e incendios”, declamó con aire de sommelier de
etnicidades ajenas. Cuando comentó que su acusado era empleado
municipal, uno de sus contertulios exclamó: “¡¡Están infiltrados dentro
del Estado!!”. La realidad es muy diferente. La persona que pelea por su
existencia en la sala de terapia intensiva del Hospital Regional de
Esquel, con el 30% de su cuerpo quemado y sus vías respiratorias
comprometidas por el fuego y el humo, es Héctor Quilaqueo, quien
arriesgó su vida para apagar un incendio desatado accidentalmente en
tierras de su propia comunidad y evitar que se expandiera hacia los
campos de sus vecinos, según coincidieron todas las fuentes consultadas
por Tiempo Argentino. Es zona esteparia, sin bosques y de abundantes
pastizales. Héctor, la víctima, es hijo de Angel Quilaqueo, lonko
(líder) de la comunidad Nahuelpan, integrada también por la familia
Llancaqueo. Héctor fue trasladado de urgencia al Hospital por su propia
familia en una camioneta; jamás fue detenido ni está, como dijo
falsamente Torres, bajo custodia policial.
Agraviada por los ataques
de Torres, la comunidad emitió hoy un comunicado, en el que denuncian
que “el gobernador incita a un odio social constante con sus
innumerables declaraciones racistas que criminalizan a nuestra gente;
sólo recibimos maltrato y violencia”.
recordar que llevan más de un
siglo en la región, exponen que los ataques de Torres “dejan expuestos a
quienes gobiernan y a quienes defienden, ya que solo demuestran el
racismo, la violencia y la ignorancia que tienen”.
La comunidad
mapuche de Nahuelpan, está ubicada a unos 15 kilómetros al oeste de
Esquel y es una de las terminales del viejo ferrocarril patagónico La
Trochita, donde están las casas de las familias, ferias de artesanos y
puestos de comidas tradicionales.
Es la segunda vez en una semana que
Ignacio Torres protagoniza un ataque antimapuche basado en mentiras y
falsedades para culparlos por los incendios forestales y hasta por
delitos comunes. El pasado domingo 19 se sumó al gobernador de Río
Negro, Alberto Weretilneck, y a la ministra de Seguridad, Patricia
Bullrich, en una operación mediática para culpar al lonko Facundo Jones
Huala de ser un ladrón de autos y a la vez responsable que los incendios
que carbonizaron más de 4 mil hectáreas de pinos y bosque nativo en el
pueblo cordillerano de Epuyén.Las familias Quilaqueo y Llancaqueo
habitan la comunidad Nahuelpan desde fines del siglo 19, según la
minuciosa investigación realizada en 2021 por Ayelén Fiori, del Grupo de
Estudios sobre Memorias Alterizadas y Subordinadas (GEMA), que compiló y
organizó la memoria oral colectiva de la comunidad.
Compuesta
inicialmente por 22 mil hectáreas, las tierras les fueron reconocidas a
la comunidad en 1909 por decreto del presidente José Figueroa Alcorta,
pero en 1937 el dictador Agustín Justo derogó el decreto y ordenó el
desalojo que se llevó adelante con suma violencia: en un mes desalojaron
la comunidad, quemaron las viviendas, cultivos y acopios; robaron o
mataron a los animales y expulsaron a todos los habitantes. Las tierras
se dividieron en 9 lotes de 2.500 hectáreas que fueron a manos de las
élites locales, el juez y el comisario. Recién en 1948 el gobierno del
presidente Juan Perón devolvió 7.500 hectáreas de las 22 mil iniciales.
Uno
de los puntos llamativos de la amable entrevista entre Torres y La
Nación+ es que en paralelo a la charla emitían imágenes tomadas en
octubre de 2021 en las calles de El Bolsón, cuando el intendente local
Bruno Pogliano lanzó fuerzas de choque civiles para reprimir las
protestas callejeras por el asesinato, ese mismo día, del joven
militante mapuche Elías Garay Cayicol. Al día siguiente, Pogliano
convocó a una conferencia de prensa en la que celebró los ataques
parapoliciales y les agradeció públicamente a sus autores.