Entregan material fílmico peronista al Archivo Nacional de la Memoria

El acto se realizó en el salón Rodolfo Puigross del ANM, donde lo recibió su titular, Ramón Sánchez Molina, en compañía del cineasta y docente de la UNLP Nemesio Juárez, Hugo Bacci, presidente de Memoria Fértil, y Yuyo Pereyra, de la UNLP y ex integrante del Frente Universitario por la Revolución Nacional (FURN).
López llevó el saludo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y calificó de "extraordinarios" los días presentes, aún conmovidos por la recuperación de Guido Montoya Carlotto, nieto de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo.
El funcionario se autocalificó como "no peronista" y se congratuló de la convergencia política que su presencia subraya en el gobierno nacional, en tanto apuntó a que el mismo Estado que reprimió, torturó y asesinó personas "es el mismo que ahora protege la memoria", objetivada en las películas a resguardar.
El material consiste en unas doce horas de registros fílmicos -mayormente en 16 mm- que fueron digitalizados y del que se exhibió una conmocionante síntesis producida por Nalo Huck y dirigida por Alfredo Núñez, que abarcó desde el primer regreso de Juan Domingo Perón a los prolegómenos de la dictadura cívico-militar de 1976.
Allí se pudo ver asambleas universitarias, variadas represiones desde los
años de Juan Carlos Onganía y sus sucesores, militantes estudiantiles y
obreros, multitudinarias marchas, la despedida del General Juan Domingo
Perón en Plaza de Mayo y otros testimonios que hacen a la historia de
los argentinos, que finalizó con una aplaudida voz en off del
expresidente Néstor Kirchner el 24 de marzo de 2004 que abrió las
puertas de la ex Esma a los sectores populares.
Se destacó que
muchos de esos materiales pasaron por distintas etapas de la
clandestinidad, fueron enterrados y camuflados, pasaron de mano en mano y
muchos militantes dieron la vida para que no llegaran a estar en poder
de los genocidas Miguel Etchecolatz y Ramón Camps, para quienes eran
codiciadas presas.
Torres Molina, por su parte, destacó que si
bien esas bobinas recuperadas no fueron rodadas por cineastas militantes
"fueron obra de militantes-cineastas que las filmaban para testimoniar
lo que suponían que sería parte de la historia del país".
Destacó
que hacia 1966 ya no eran viables sólo las reivindicaciones
estudiantiles en la UNLP y que con la conjunción de las carreras de
Derecho, Bellas Artes y Medicina se dio un contenido político a esas
actividades, y que el registro de la realidad a través de filmaciones,
fotografías y tomas de sonido comenzó a tener un sentido concreto.
Torres
calificó a la memoria como "una construcción permanente" y anunció la
preparación de "Huellas", una publicación de pequeñas biografías de
militantes y luchadores nacionales desde las masacres de la Patagonia en
1921, pasando por los bombardeos a Plaza de Mayo en junio de 1955, el
Plan Conintes y otros hechos represivos anteriores al mar de sangre
desatado en 1976.