Dolar insostenible "Me quiero ir" Por Alfredo Zaiat
"Me quiero ir" Por Alfredo ZaiatEscribió el libro Yo no me quiero ir, con un tono que mezclaba soberbia e ignorancia, las mismas cualidades que exhibió en 30 meses al frente del Banco Central, hasta que decidió irse. O lo obligaron a irse. Es indiferente cómo fue el desenlace. Federico Sturzenegger abandona la conducción de la entidad monetaria. Fue tan mala su gestión que lo sorprendente es que haya durado tanto y haya tenido tanta influencia sobre el presidente Mauricio Macri. No está eximido de culpas de haber generado la crisis de la economía macrista, pero el principal responsable es quien le dio tanto poder y lo reafirmó en varias ocasiones al frente del Banco Central.
La corrida que aceleró en dos oportunidades, en abril pasado y en esta
semana, que disparó el dólar arriba de 28 pesos, es el último eslabón de
una serie de desmanejos monetarios, financieros y cambiarios que
agudizaron la crisis, incubada desde el mismo momento en que el gobierno
decidió la liberación total del mercado del dólar y la desregulación
absoluta del movimiento de capitales especulativos. O sea, desde los
primeros días que Macri pasó a ocupar la Casa Rosada.
Sturzenegger
con su equipo de inexpertos subió y bajó la tasa de interés muchas
veces, dejó apreciar el tipo de cambio en una errática administración
del mercado, estableció metas de inflación incumplibles, dilapidó
reservas internacionales y alimentó una inmensa burbuja especulativa con
las Lebac. Un compedio de desaciertos.
La Bomba Lebac es un tic tac
que amenaza arrasar con todo y él la explicaba diciendo que no era un
problema porque esos títulos de cortísimo plazo a una tasa altísima eran
la contrapartida del incremento de las reservas. Era un análisis
financiero tan desvariado que no lo postularía ni un alumno inicial de
la carrera de Finanzas. Las Lebac eran el instrumento de Sturzenegger
para retirar pesos de la economía y así alcanzar las irreales metas de
inflación. Como el diagnóstico era errado, el resultado fue desastroso.
La inflación se disparó y la deuda de las Lebac pone en jaque a la
economía.
En su reemplazo, Macri eligió al mejor mesadinerista del
gobierno para enfrentar una corrida que pone en riesgo la supervivencia
de su proyecto político. Luis Caputo cumplirá el sueño del pibe: tendrá
su Disneylandia financiero propio manejando el Banco Central.