De mal en peor
Advierten que mayor coordinación en el equipo económico podría haber moderado el salto del riesgo país. Un error no forzado complicó la difícil coyuntura económica al reavivar los temores de default. El FGS disponía de los fondos para renovar las Letes.Advierten que mayor coordinación en el equipo económico podría haber moderado el salto del riesgo país-Télam
Advierten que mayor coordinación en el equipo económico podría haber
moderado el salto del riesgo país LPO Un error no forzado complicó la
difícil coyuntura económica al reavivar los temores de default. El FGS
disponía de los fondos para renovar las Letes.
Un aparente nuevo
error no forzado del Gobierno complicó el panorama económico incluso más
de lo que ya genera una situación muy delicada. El Fondo de Garantía de
Sustentabilidad (FGS) no renovó sus tenencias de Letras del Tesoro en
dólares el miércoles pasado y, a falta de otros inversores, se generó un
susto en el mercado que se amplificó por otros fenómenos coyunturales
hasta disparar el riesgo país arriba de los 700 puntos básicos.
Uno
de los fuertes supuestos en los que se apoya el optimismo de Nicolás
Dujovne respecto del cumplimiento del acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional es que podrá renovar los vencimientos quincenales de las
Letras del Tesoro (Letes), estos instrumentos en dólares que cobraron
popularidad desde que Luis Caputo se dispuso a desarmar el enorme stock
de Letras del Banco Central (Lebacs), piedra angular de la pesada
herencia que dejó la gestión de Federico Sturzenegger.
El jueves
pasado vencieron 800 millones de dólares en Letras del Tesoro, pero
Dujovne no recibió ofertas por ese monto sino sólo por 532 millones de
dólares, de los cuales tomó 430 millones a 975,70 dólares por cada
lámina de mil dólares de valor nominal, con lo cual no logró recaudar
-entre pesos y dólares- 420 millones y se vio obligado a convalidar una
tasa de interés del 4,99% nominal anual.
Consecuentemente el viernes,
el Banco Central informó que las Reservas Internacionales habían
perdido 600 millones de dólares para el pago de estos instrumentos, una
muy mala señal de cara al nuevo salto de la cotización del dólar.
Sin
embargo, fuentes del mercado estimaron que el FGS contaba con una
liquidez disponible de unos 330 millones de dólares que se explican
principalmente por la tenencia de 256 millones de dólares de estas Letes
que vencían esa misma semana. Es decir, que de haberse renovado, buena
parte del susto de la semana pasada podría haberse evitado.
Pero las
consecuencias no terminaron solo en la pérdida de reservas. El riesgo
país se desbocó y comenzó una escalada -fogoneada por más volatilidad en
el frente externo que generó el Efecto Sultán- que llegó a los 723
puntos este lunes por la señal de la dificultad del Gobierno de renovar
los vencimientos de las Letes, cuando de acá a fin del mandato tiene
unos 16.000 millones de dólares de vencimientos en stock.
Es que
estos instrumentos son leídos por el mercado como "el talón de Aquiles"
de las finanzas públicas, porque son instrumentos de muy corto plazo,
como las Lebacs, pero en moneda fuerte. La situación es delicada porque
el Gobierno recauda pesos, no dólares y conseguir divisas se le hace
cada vez más caro. Diversos analistas estiman que el acuerdo con el FMI
quedó corto, porque en ninguna hipótesis se esperaba un escenario como
el actual de cierre completo del financiamiento externo. Las valuaciones
del faltante van de los 15 mi a los 25 mil millones de dólares de acá
al final del mandato de Macri.
Estos 300 millones de dólares que le
faltaron a Dujovne para renovar el stock de Lebacs y no afrontar esta
nueva oleada de dudas estaban en manos de la Anses, específicamente en
manos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Y sin embargo, no fueron
renovados porque el organismo carece de autoridades desde que Juan
Martín Monge Varela y todo su equipo renunciaron a la Dirección
Ejecutiva y no hay responsable de cursar la orden de compra.
Esta
acefalía responde a que los funcionarios que no querían ser penalmente
responsables por la venta del patrimonio del FGS que exige el acuerdo
con el FMI, no fueron reemplazados; y esto ya le costó caro al Gobierno:
un nuevo error no forzado en un momento inoportuno.
En momentos en
los que la volatilidad mundial dificulta el financiamiento, las finanzas
públicas dieron un signo de imposibilidad de renovación ante un
vencimiento de 800 millones de dólares, cuando en septiembre deberán
afrontar vencimientos de Letes por otros 1.346 millones de dólares y
$6.149 millones; y en 1.349 millones de dólares en octubre. Esto reavivó
los temores de default.
Es que, como confirmaron fuentes oficiales a
LPO, "Todo se complicó con los cuadernos". Se frenó la nueva ronda de
licitaciones de energía renovable, Renovar 3, y varias empresas que
estaban en busca de capital para invertir en Argentina, prefieren
refugiarse y no tener nada que ver con el país. Tal es el caso de los
empresarios chinos que prefirieron desvincularse de las inversiones en
obra pública del país.
Y tanto empresarios como el peronismo se
preguntan cómo piensa a hacer el Gobierno para frenar el impacto
económico del escándalo y conseguir el financiamiento que le falta para
espantar los renovados temores de default.
No basta con lograr
recortar los estímulos fiscales y subsidios a las energéticas -unos
8.000 millones de dólares-, por lo que Dujovne deberá lograr o bien
conseguir que Macri y los gobernadores escuchen a los técnicos del FMI y
se frene la baja de las retenciones, o bien deberá conseguir que el
Congreso le apruebe la desindexación del gasto social, el único que
crece por encima de la inflación.
"La otra salida, ya que con China
las negociaciones se congelaron, es que lleguen a un nuevo acuerdo con
Occidente, ya sea una ampliación del préstamo con el FMI, con otros
organismos multilaterales o con grandes bancos", agregaron desde la
oposición.