El PBI se derrumbó 3,5% y se confirmó la recesión
El PBI se derrumbó 3,5% y se confirmó la recesión técnica
Se contrajeron las exportaciones y la inversión por Mariano Cuparo Ortiz
Los datos de actividad publicados por el Indec mostraron caída en todos los componentes de la demanda agregada. Por un lado, el consumo privado, en línea con el fuerte deterioro del salario real y un desempleo que crece algo más lento, aceleró su desplome al 4,5% interanual. Por otro, los factores a los que apuntó de lleno el Gobierno para impulsar al PBI, es decir la inversión y las exportaciones, también dieron sendas contracciones de 11,2% y 5,9%. Los gastos corrientes del estado acompañaron, de la mano del ajuste fiscal, con una caída de 5%.
Así, con ningún componente de la demanda, ni los típicamente keynesianos
ni los preferidos por el discurso oficial, tironeando hacia arriba, la
contracción de la actividad durante el tercer trimestre fue de 3,5%
interanual, según los datos publicados ayer por Cuentas Nacionales del
Indec. El dato que se destacó ayer entre los más optimisas fue lo poco
que este escenario recesivo se trasladó al índice de desempleo, que
trepó solamente hasta el 9% (ver página 4).
La recesión técnica
se confirmó con la segunda caída intertrimestral desestacionalizada al
hilo. Fue de 0,7% contra el segundo, que a su vez había dado negativo de
4,1% contra el primero. Y si en el segundo trimestre la explicación
había aparecido por el lado de un agro que se había desplomado 31,6%
interanual (esta vez cayó sólo 5,2%), por efecto de la sequía, en el
tercero la novedad fue el frenazo a la obra pública generado por el
ajuste fiscal, que llevó a la construcción no sólo a dejar de crecer e
impulsar a la actividad, sino también a contraerse 0,8%.
A eso se
le sumó un nuevo capítulo, incluso más importante que en el segundo
trimestre, del efecto de la crisis cambiaria sobre el nivel de precios,
los salarios y el consumo privado. Y su correlato en una política
monetaria que elevó a las tasas de interés por las nubes, afectando
tanto a la inversión como al consumo privado. Así fue que la industria
registró una caída de 6,6%, el comercio una de 8,9% y los hoteles y
restaurantes una de 3,5%.
"Todo indica que la caída de la
actividad continuará en el cuarto trimestre debido a que las tasas de
interés se mantienen altas, la caída del salario real se mantiene, la
inversión pública muestra un escaso dinamismo y las exportaciones
muestran un crecimiento acotado", afirmaron desde ACM. Y agregaron:
"Para lo que resta de 2018 esperamos que en promedio la actividad caiga
en torno al 2,5%. En este escenario el arrastre estadístico que dejaría
el 2018 sería cercano al -2,8%".