Chubut y Santa Cruz perdieron seis mil empleos petroleros en tres años
Chubut y Santa Cruz perdieron seis mil empleos petroleros en tres años. Trabajo patagónico desamparado
La caída del empleo en el sector petrolero de la Patagonia Sur representó, en los últimos tres años, la destrucción del 24 por ciento de los puestos de trabajo en el sector. Ni Neuquén, con Vaca Muerta, se salvó del recorte.
Protestas masivas de petroleros entre 2016 y 2017. No pudieron impedir la baja en el empleo y la precarización. La industria petrolera de Chubut y Santa Cruz perdió en los últimos tres años más de seis mil puestos de trabajo, el 24 por ciento del total de los empleos existentes en el sector a mediados de 2015. De acuerdo a lo señalado por un medio patagónico (El Extremo Sur, de Chubut)
“entre las regiones productivas del país, la Cuenca del Golfo San Jorge
ha sido la más impactada por los despidos y los empleos destruidos en
el sector petrolero”. Entre el 30 de junio de 2015 y la misma fecha de
2018, la cantidad total de empleados en el sector en todo el país se
redujo de 66.839 a 60.596, según las estadísticas elaboradas por el
Sistema Integrado Previsional Argentino, con una pérdida del 9,3 por
ciento. Tendencia que en las provincias de la Patagonia Sur fue mucho
más acentuada.
“El impulso que le viene dando Vaca Muerta a la
explotación de hidrocarburos no convencionales logró desacelerar las
consecuencias expulsivas de trabajadores que viene generando la
combinación de la crisis internacional del precio del petróleo, el
ajuste de las operadoras petroleras y las políticas recesivas del
gobierno nacional”, sostiene el diario patagónico digital en su nota.
El
ajuste operativo estuvo vinculado a la desactivación de beneficios para
la producción petrolera regional convencional, como el precio especial
al crudo pesado que se extrae en el Sur (principalmente destinado a la
exportación), al tiempo que se alentó con un plus sobre el precio de
producción del petróleo y el gas extraído por método no convencional en
la formación Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén (y parte en
Mendoza). Ello llevó a que las firmas productoras internacionales
centraran sus inversiones en el crudo neuquino y fueran abandonando
paulatinamente las explotaciones en el Sur, principalmente en Santa
Cruz. Un ejemplo de ello fue la conducta de Tecpetrol, que fue
abandonando las áreas concesionadas en la Patagonia Sur hasta
convertirse en la principal productora en Vaca Muerta.
“La peor parte
de la crisis ocupacional petrolera se la llevó Santa Cruz, con un total
de 3528 empleos menos en tres años”, apunta el ya citado periódico EES
de Comodoro Rivadavia. Esa cifra representa la tercera parte (33,4 por
ciento) del total de empleos petroleros existentes en la provincia en
2015. De esos más de 3500 empleos perdidos en tres años, “la mayor
cantidad de despidos, casi 1500, ocurrió en el último año”.
En
Chubut, refiere el informe, “el achicamiento de los puestos de trabajo
petroleros tuvo su peor tránsito al inicio de la crisis del precio del
barril”, con una pérdida total de 2536 empleos en tres años, de los
cuales 1940 se perdieron en los primeros dos años (hasta junio de 2017).
En
el medio de este proceso, hubo varios conflictos por cierre de pozos o
amenazas de levantamiento de equipos, que terminaron con arbitrajes del
gobierno a favor de la flexibilización de las condiciones de
contratación.
El primer paso en la habilitación de estos mecanismos
de precarización lo dio el sindicato petrolero de Neuquén, encabezado
por el senador Guillermo Pereyra, para ser aplicado en los contratos
laborales de Vaca Muerta. El informe de EES señala, sin embargo, que
“aunque Vaca Muerta permitió crear 1700 puestos en Neuquén, el saldo de
los últimos tres años arroja resultados negativos, con una retracción
de 1381 empleos” frente a 2015.