Sin piso: advierten que se acelerará la pérdida de empleo
El mercado laboral aún no terminó de absorber el impacto de la recesión
Casi la mitad de los industriales prevén recortar personal-por Juan Strasnoy Peyre
La recesión, más profunda y extensa de lo esperada, y una recuperación que cada vez se prevé más lenta ya provocaron un desplome del empleo en noviembre. Pero el deterioro del mercado laboral no encontró su piso y la destrucción de puestos de trabajo podría acelerarse en los próximos meses. Eso advierten las consultoras privadas y lo reconocen los propios empresarios de los sectores más castigados por la crisis.
En 2018, la actividad cayó alrededor de 2,5% y arrastró consigo el nivel de empleo, que en los dos años anteriores había acumulado una leve suba, inferior al crecimiento de la población. Desde el inicio de la corrida y hasta noviembre, se perdieron 210.000 puestos de trabajo registrados según los datos del sistema previsional (ver aparte).
Para 2019, el FMI prevé una contracción del 1,7% y los analistas
descartan una recuperación con forma de V, como la que promete el
Gobierno.
“Es probable que el nivel de empleo todavía no haya tocado su piso”, planteó Ecolatina
Un
informe de Ecolatina explicó que "la primera medida en una crisis suele
ser el freno en las contrataciones, lo que se verificó con la Encuesta
de Indicadores Laborales (EIL): durante la segunda mitad del año, la
tasa de entrada (contrataciones) se ubicó en los mínimos desde 2002".
Esa realidad no se modificará en los próximos meses. La EIL de diciembre
mostró que las expectativas empresarias de contratación para el 1°
trimestre (-0,6%) se ubicaron en el nivel más bajo desde 2009.
Además,
hubo un fuerte crecimiento de los despidos desde septiembre. Según los
datos del CEPA, en el último bimestre se duplicaron contra el mismo
período de 2017. También lo reflejó la EIL, con un salto de la tasa de
salida (desvinculaciones) hasta el 2%. Ecolatina sostuvo que esto
"sugiere que todavía la destrucción de puestos de trabajo se puede
acelerar durante los meses de verano (descartando que una mayor tasa de
salida se corresponda con que los trabajadores dejan un empleo para
encontrar otro mejor)". Es que el retroceso de la actividad se traduce
con rezago en la dinámica laboral: "Bajo un nuevo escenario económico,
las empresas tardan en ajustar sus factores de producción. Por lo tanto,
es probable que el nivel de empleo todavía no haya tocado su piso".
Los
empresarios de los sectores que más golpeados empiezan a admitirlo. Por
ejemplo, casi la mitad de los industriales prevé avanzar en despidos
para reducir sus planteles de trabajo, como le informaron a BAE Negocios
fuentes de la UIA.
La industria y el comercio, las ramas que más
personas emplean en el sector privado, fueron las que más cayeron en
noviembre (12,6% y 17% interanual, respectivamente). Ante esta realidad,
avanzaron con cesantías: según el CEPA, entre ambas actividades
expulsaron a 8.000 trabajadores en el último bimestre y concentraron más
del 80% de los despidos. Para peor, con un mercado interno
languideciente por la pérdida de poder adquisitivo y las altas tasas,
sus perspectivas para 2019 no son prometedoras.
La economista
especializada en industria Agustina Gallardo lo explicó así:
"Probablemente en los próximos meses se acentúe el deterioro laboral
porque los números de actividad económica muestran que continúa cayendo.
Asimismo, hay una capacidad ociosa promedio del 40%, por lo que debemos
inferir que más o menos esa misma proporción de trabajadores están
ociosos. Las empresas empiezan a verse más acorraladas: si la actividad
no se recompone, lo más probable es que continúen los despidos".
Como
contrapartida, las pocas ramas que auguran un 2019 en alza no tienen un
peso importante en la creación de puestos de trabajo. "La recuperación
de la actividad será lenta y los sectores que traccionarán la economía
este año (agropecuario, energético e industrias con potencial
exportador), no son aquellos que utilizan la mano de obra como factor
intensivo", concluyó Ecolatina