Sin piso para la supercrisis
Sin piso para la supercrisis
por Lic. Guillermo Moreno, Lic. Norberto Itzcovich, Dr. Claudio Comari*
Cuando, como ahora, los tiempos del proceso político se van acelerando, surgen distintas opiniones sobre el camino que puede y debe seguir el devenir económico.
En este sentido, quienes pretendan modificar el statu quo tienen que, imprescindiblemente, realizar un diagnóstico preciso, sometiendo al debate público las vías de acción para ponerle piso a la actual Supercrisis1, y de esta manera poder comenzar, a posteriori, la necesaria implementación de un Modelo de Desarrollo Económico Permanente y Sustentable (MoDEPyS).
Lo contrario, podría suponer que "cambiarle el collar al perro" será condición suficiente para llevar la economía, hoy a la deriva, a buen puerto.
Este accionar, nos vemos en la obligación de advertirlo, podría
desembocar en un desenlace aún peor, y arrastrarnos a una Hipercrisis2.
Por estas razones resulta de suma relevancia discutir, en todos los ámbitos posibles, en torno de estas cuestiones.
Falsando las "hipótesis" del gobierno
Después
de que el indicador oficial de actividad económica de marzo pasado dio
por tierra con el falaz argumento, reiterado hasta el cansancio (y el
ridículo), acerca de que "lo peor de la crisis ya pasó", ahora, en plena
campaña electoral, el oficialismo vuelve a las andadas.
En esta
nueva ola de optimismo infundado, plantea casi desesperadamente que a
partir del segundo cuatrimestre la economía revertirá su tendencia,
debido a: el saldo positivo de la Balanza Comercial (BC) que disminuye
el déficit de la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, y que a través
de la oferta de dólares que genera en el mercado cambiario contribuye a
su aparente estabilidad; la mejora en el consumo privado producto del
incremento en el poder adquisitivo de los ingresos populares, que se
produciría por la disminución en los índices de inflación; y la búsqueda
del equilibrio entre los ingresos y gastos operativos (déficit primario
cero), que coadyuvaría a la disminución del Déficit Fiscal Total3 lo
cual, vía la baja del riesgo país4 y la subsecuente disminución de la
tasa de interés nominal, facilitaría el proceso de inversión privada.
Simplemente
realizando un somero análisis del impacto del comportamiento de la BC y
sus componentes en el conjunto de la economía, queda en evidencia lo
errado de la conjetura gubernamental (basada en razonamientos
incompletos y sesgados), que no alcanza siquiera la estatura de
hipótesis.
En posteriores entregas, examinaremos los dos restantes ítems, y sus falacias de origen.
La balanza no pesa
Las
decisiones empresariales sobre cuánto importar se ajustan,
principalmente, al nivel de producción y dinámica comercial previstos
para el futuro, resultando un "correcto orientador" del porvenir
inmediato del conjunto de la actividad económica.
Afirmábamos en
"Resultados rojos, perspectivas negras" (BAE Negocios, 11-2-19) que "El
superávit comercial resulta necesario para la economía argentina, pero
lo que actualmente ocurre es que este se consigue por un desplome de las
importaciones".
En este marco, podemos mencionar que, en valor5, las
compras argentinas al exterior, comparando el primer cuatrimestre de
2019 con igual período del año anterior, cayeron casi 29%, destacándose
especialmente las del rubro bienes de capital, que lo hicieron un 40,7%.
Queda
evidenciado, aunque resulte reiterativo mencionarlo, que el saldo de la
BC es reflejo de la inédita contracción de las importaciones, y no del
incremento de las exportaciones, las cuales disminuyeron 1,2%.
Así,
estamos en presencia de un nuevo y grosero error de análisis de la
alianza gobernante pues, tal como viene ocurriendo desde el inicio mismo
de su gobierno, invierte las causalidades de los fenómenos económicos.
El saldo comercial se explica por la caída brutal de la economía, y no
por el dinamismo de la demanda externa que se expresaría en un impulso
de las exportaciones y subsecuentemente en la recuperación de la
actividad.
No hay posibilidad de que se expanda el producto sin resentir el saldo de la Balanza Comercial
Para
demostrarlo, realizamos un ejercicio estimando un hipotético saldo
comercial, bajo el supuesto de que la economía no se deterioró entre
2018 y 2019.
Como puede visualizarse en el cuadro, recalculamos las
cantidades importadas un año atrás a los precios del período actual, y
obtuvimos el nuevo resultado de la BC para los primeros cuatro meses de
2019, que habría sido negativo en más de U$S 2.900 millones (una
diferencia de aproximadamente U$S 6.100 millones respecto del
oficialmente observado).
El ejercicio deja en evidencia la falsedad
de la primera de las suposiciones planteadas por el gobierno. En el
actual contexto de insuficiente "competitividad sistémica" no hay
posibilidad de que se expanda el producto sin resentir el saldo de la
BC.
La única forma de lograrlo es, con un nuevo modelo de desarrollo,
conseguir una equilibrada complementación entre un tipo de cambio
competitivo y la utilización de herramientas de administración de
comercio exterior.
El mundo que terminó, el global, basado en una de
las epistemes de la economía, exaltaba la libre circulación de bienes y
servicios, pero el Nuevo Orden Internacional (NOI), con otros
paradigmas, facilita la interrupción de dichos flujos, priorizando la
defensa del empleo y la preservación de los mercados locales.
A diferencia de lo que ocurría hasta hace pocos años, todos los países del mundo están poniendo en valor estas herramientas.
En
síntesis: tipo de cambio competitivo con una adecuada utilización de la
administración del comercio exterior es lo que permitirá al próximo
gobierno, entre otros elementos, insertar correctamente a nuestro país
en el NOI, y a partir de allí garantizar el Modelo de Desarrollo
Económico Permanente y Sustentable.
1-Caracterizamos como Supercrisis
a la situación generada por el actual gobierno donde convergen los
desequilibrios fiscales del ’89 con los del sector externo de 2001.
2-Si
a la Supercrisis se le adicionara el agravante de un proceso anómico
producto del deterioro de los emergentes políticos, se configura la
posibilidad de una Hipercrisis.
3-Incluye el del gobierno nacional,
más los de las provincias y municipios, así como el cuasi fiscal
producto de los pasivos remunerados del BCRA.
4-El superávit primario
garantizaría honrar los compromisos externos, y por lo tanto la
disminución del riesgo país y de la prima de seguro contra default.
5-Cuando se menciona el “valor”, se hace referencia al resultado de
multiplicar el precio unitario por las cantidades importadas (p*q).
*MM y Asociados