El menor consumo de leche desde 2003
El Observatorio de la Cadena Láctea, que depende de la Secretaría de Agricultura, reconoció la abrupta caída de la demanda, a un mínimo en 16 años. Se debe a la disparada de los precios, del 93,5 por ciento interanual. Por Cristian Carrillo. Cuando empezó el gobierno de Macri se consumían 217 litros de leche per cápita. Hoy son 182 litros.
Durante el gobierno de Cambiemos hubo un descenso ininterrumpido en el consumo per cápita anual de leche hasta ubicarse actualmente en el menor nivel desde 2003. En el primer semestre del año el consumo fue de a 182 litros, un 13,2 por ciento menos que en 2018 y un 16,1 por ciento por debajo de 2015, según el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), que depende de la Secretaría de Agricultura.
La caída refleja el aumento de la pobreza que restringe el acceso a la
alimentación. La falta de una política pública que desacople los precios
internos a los que acceden las familias respecto del comportamiento de
la leche en polvo con destino a la exportación explica también la
escalada de precios en las góndolas, superior al nivel de inflación
general. Es una tendencia que no se detiene. La firma Danone envió a los
mayoristas listas de precios con remarcaciones del 20 por ciento a
partir de octubre.
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Entre
agosto de este año e igual mes de 2018 los precios de productos lácteos
aumentaron 93,5 por ciento en promedio. “Los argentinos estamos pagando
a nivel de exportación de leche en polvo y, en algún caso, más caro”,
explicó a PáginaI12 el presidente de Defensa de Usuarios y Consumidores
(Deuco), Pedro Bussetti.
“Consumimos 35 litros menos de leche por
habitante que en 2015”, señala Deuco. El consumo per cápita se encuentra
en 182 litros de leche equivalente, el menor nivel desde 2003 (179
litros). Es incluso menor a 2001 (222 litros) y 2002 (195 litros). Si se
analiza todo el período macrista, hubo caída en todos los años,
partiendo de los 217 litros que se consumía a fin de 2015: a 200 litros
en 2016, a 195 litros en 2017 y a 190 litros el año pasado. Los datos
son del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA).
La OCLA es una
entidad que se creó en 2016 "en el ámbito de la Subsecretaría de
Lechería, dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca
de la Nación". Está a cargo de la dirección de planeamiento estratégico
del sector y lo compone un consejo asesor público y privado. Su titular
es Jorge Giraudo, ex directivo de Sancor.
La administración de Macri
generó que el consumo de leche se transforme en un privilegio, tal como
lo hizo con otros productos y servicios de primera necesidad, que son
un derecho de la población. Tal como sucede con la harina, que la
devaluación y quita de retenciones llevaron su precio por encima de la
media, la leche registró un alza en los últimos años que se aleja del
promedio. El efecto es una caída del consumo y de la producción. También
derivó en la creación de segundas y terceras marcas y de productos “en
base a leche”, donde se diluyen las propiedades lácteas.
De acuerdo
con el relevamiento realizado por Deuco, el promedio de productos
lácteos de agosto aumentó 93,5 por ciento interanual frente a una
inflación minorista nacional de 54,5 por ciento. Dentro del listado de
productos lácteos, lo que más subió fue el yogurt, que pasó de 26,29 a
53,11 pesos, un 102 por ciento más que un año atrás. Le sigue el queso
pategrás (a 579,38 pesos el kilo) y la leche en polvo (340,69 pesos),
ambos con el 96 por ciento de aumento. La manteca se encareció 95 por
ciento de 53,58 a 104,86 pesos, el queso sardo (630,36 pesos) 93 por
ciento y el cremoso (344,56 pesos el kilo) el 90 por ciento. Por su
parte, el sachet de leche pasó de 26,09 a 48,37 pesos, con un alza de
85,03 por ciento.
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La
pérdida de poder adquisitivo de los salarios y de puestos de trabajo
hizo casi imposible acoplarse a la suba. En la medición a julio (un mes
de rezago), la venta de leche fluida acumulada en el año evidencia una
caída de 13,3 por ciento medida en toneladas. Para la leche en polvo el
retroceso de la comercialización fue de 9,9 por ciento, y en quesos, de
5,5 por ciento.
“En el programa precios esenciales se encuentra la
lecha La Martona con un precio de 35,80 pesos el litro, mientras que la
marca La Serenísima, que es la misma leche, se paga sin IVA entre 45,30 y
48,10 pesos. El costo para las grandes cadenas comerciales al que
reciben el producto es de 36,68 pesos”, señala Bussetti. El titular de
la asociación de consumidores insiste en el perjuicio que genera a la
economía local no tener una política que asegure la provisión para el
mercado interno a precios que no sean los de exportación.