La Noche de los Bastones Largos
Represión salvaje en la universidad y una fuga de cerebros.
El 29 de julio de 1966, un mes después de instalada la dictadura que derrocó a Arturo Illia, Juan Carlos Onganía ordenó la intervención de las universidades. La resistencia de las autoridades, los graduados y los alumnos fue reprimida salvajemente. Se inició entonces una verdadera fuga de cerebros cuyas consecuencias todavía se sienten hoy en el desarrollo científico argentino. Las universidades fueron de las escasas instituciones que se opusieron desde el principio al golpe que puso en la Casa Rosada a Juan Carlos Onganía. Ya la noche del martes 28 de junio de 1966 el rector de la UBA, Hilario Fernández Long, llamó a los docentes, alumnos y graduados a defender a las autoridades que habían elegido y a mantener vivo el espíritu que haga posible el restablecimiento de la democracia.