Soria con la Corte Suprema
Les reprochó demorar causas urgentes, habló del funcionamiento de la mesa judicial macrista, criticó el modo en el que se eligió a Rosatti para presidir el organismo y nombró a Fabián “Pepín” Rodríguez Simón como el principal arquitecto de la política judicial del macrismo.
El ministro de Justicia, Martín Soria, mantuvo este martes su primera reunión con los integrantes de la Corte Suprema. El funcionario hizo saber sus críticas por la situación del Poder Judicial en general. “Vinimos a expresar nuestra preocupación por la gravedad institucional a la que llegó la Justicia argentina en los últimos cinco años”, dijo Soria. El encuentro se produjo horas después de que el Poder Ejecutivo enviara un proyecto para reformar el Consejo de la Magistratura mientras la Corte preparaba un fallo para declarar la inconstitucionalidad de la conformación actual de ese organismo.
La reunión estaba pactada para las diez de la mañana. De un lado del
salón se ubicaron los cuatro ministros de la Corte: Horacio Rosatti,
Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti. Del otro
lado, estaba Soria.
El ministro de Justicia habló del accionar de la
llamada mesa judicial del macrismo, cuya investigación él impulsó
mientras era diputado:
“Se conformó una mesa judicial del Poder
Ejecutivo que influía ilegalmente en la administración de justicia, se
llevaban a cabo visitas obscenas entre funcionarios judiciales y las
máximas autoridades del ejecutivo en la Casa Rosada y en la Quinta de
Olivos, y se desplegó un sistema de espionaje ilegal con participación
de jueces y fiscales inédito en nuestra historia. Todo ello, con el
objetivo de llevar a cabo una persecución de dirigentes políticos sin
precedentes".
Soria nombró a Fabián “Pepín” Rodríguez Simón como el
principal arquitecto de la política judicial del macrismo y dijo que,
paradójicamente, estaba prófugo de la justicia en Uruguay. Hay un dato
adicional: “Pepín” fue quien llevó los nombres de Rosenkrantz y Rosatti
para la Corte y quien diseñó un mecanismo para que fueran nombrados en
comisión, algo que no llegó a materializarse por el rechazo que cultivó.
Pero
el mensaje fue más directo cuando habló del funcionamiento del máximo
tribunal. “La Corte retrasa durante años fallos de enorme trascendencia
social, como el caso (Carlos Pedro Tadeo) Blaquier o como hace ahora con
el caso (Santiago) Maldonado. Mientras tanto, resuelve en tiempo récord
fallos que sólo son urgentes para la corporación judicial, como el caso
de los jueces (Leopoldo) Bruglia y (Pablo) Bertuzzi. La Corte tiene la
posibilidad y la responsabilidad institucional de establecer plazos
máximos para resolver, más aún cuando esta Corte resuelve más del 70 por
ciento de los casos sin dar fundamentos.”
Según informó el
Ministerio de Justicia, Soria incluso criticó cómo fue elegido Rosatti
para presidir la Corte. “Si la máxima autoridad del Poder Judicial se
elige con dos autovotos, difícilmente la sociedad recupere la confianza
en la Justicia”, sostuvo el ministro en referencia a que Rosatti y
Rosenkrantz se votaron a ellos mismos.
Soria le reclamó a la Corte
por la demora a la hora de resolver causas vinculadas a delitos de lesa
humanidad y les entregó a sus integrantes un pedido de informes que
realizó el relator de Naciones Unidas Fabián Salvioli, a partir de una
presentación de organismos de derechos humanos. El lunes, el Poder
Ejecutivo envió un proyecto para reformar el Consejo de la Magistratura,
el organismo encargado de la selección de los jueces. La presentación
estuvo orientada a adelantarse a un fallo adverso que preparaban los
supremos para el 16 de diciembre. El gobierno busca que el Consejo pase
de trece miembros a 17. Con esa conformación aumentará el número de
jueces, abogados y académicos, y, al mismo tiempo, se buscará que
contemple la equidad de género. “El Congreso puede sancionar todas las
leyes que sean necesarias para reformar la justicia pero, si en última
instancia, la Corte no tiene la voluntad y el compromiso de aplicarlas,
seguiremos en la misma situación”, cerró el ministro.