Gestapo macrista: Siete biblioratos que muestran el espionaje a los sindicatos
"Gestapo" macrista: Siete biblioratos que muestran el espionaje a los sindicatos. La documentación que la intervención de la AFI le entregó al dirigente de los maestros Roberto Baradel confirma el minucioso seguimiento que se hizo sobre los sindicalistas bonaerenses, en particular durante 2017, bajo los gobiernos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Por Luciana Bertoia. Roberto Baradel necesitó un carrito para llevarse los siete biblioratos con información que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) había recopilado meticulosamente durante el gobierno de Mauricio Macri. Después de una reunión con la interventora Cristina Caamaño, el dirigente gremial accedió a lo que los espías habían reunido sobre él, sobre el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) y sobre la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) en una muestra más de que el macrismo había convertido a los sindicatos en un blanco de sus ataques.
Después de que saliera a la luz el video en el que funcionarios de María
Eugenia Vidal, espías y empresarios coordinaban cómo armarle causas al
dirigente de la Uocra platense Juan Pablo “Pata” Medina, Baradel hizo un
pedido de acceso a la información en la AFI para saber qué había de él y
de las organizaciones de trabajadores en las que participa. El
resultado fue abrumador: siete carpetas con informes que realizaron
distintas áreas de la exSIDE durante la gestión de Gustavo Arribas y
Silvia Majdalani.
El material es casi un diario personal, un
recordatorio de lo que la persona fue haciendo día a día, explican desde
la AFI. “Solicité información a la AFI para ver si había investigado al
sindicato y a mí en particular cuando no había denuncia para eso”, le
explicó Baradel a Página/12 después de la reunión. “Fue un espionaje
absolutamente ilegal y que tiene que ver con la persecución que sufrimos
durante el gobierno de Mauricio Macri”, agregó el dirigente.
No es
la primera vez que los seguimientos de la AFI macrista sobre los
docentes salen a la luz. El juez federal Alejo Ramos Padilla consideró,
de hecho, que la persecución a los trabajadores de la educación fue el
“caso más paradigmático” del llamado “Proyecto AMBA”, una iniciativa de
la AFI que significó un despliegue territorial inédito entre 2016 y
2017.
Todas las bases de la AFI que funcionaron en ese período en la
provincia de Buenos Aires –las históricas (La Plata, Mar del Plata y
Bahía Blanca) y las del “Proyecto AMBA” (Ezeiza, Matanza, Quilmes, San
Martín, Haedo-Morón y Pilar)-- produjeron inteligencia sobre las
organizaciones sindicales docentes, sus estructuras de base, sus listas
internas, junto con datos personales de sus referentes y su afinidad
ideológica. Esa fue la conclusión de Ramos Padilla después de leer
decenas de partes de inteligencia y de valorar como prueba 45 de ellos.
El
esplendor del “Proyecto AMBA” fue en 2017, año del primer test
electoral de Cambiemos. Para Ramos Padilla, el particular interés que la
AFI tuvo sobre los sindicatos docentes ese año se debió a que en
provincia el principal candidato era Esteban Bullrich, por entonces
ministro de Educación de Macri, y competía contra la principal líder
opositora, Cristina Fernández de Kirchner.
Además de la contienda
electoral, 2017 fue un año tenso en la paritaria docente, que recién se
resolvió en julio. Los espías no solo siguieron con obsesión las
negociaciones salariales, sino que también se volcaron con interés a las
elecciones internas en el gremio, según los documentos que reunió el
juzgado federal de Dolores.
Lo que aparece en los archivos de la AFI
se condice con lo que empezó a pasar con Baradel y otros sindicalistas
durante el gobierno de Macri. A partir de 2016, el dirigente de SUTEBA
empezó a denunciar amenazas, que se extendieron –al menos– hasta 2018:
En
2016, a una de las hijas de Baradel le advirtieron: “Decile a Baradel
que firme la paritaria por el valor propuesto antes del comienzo de las
clases porque si no vas a ser boleta”.
En 2018, le hicieron saber:
“Ahora vamos por vos y por tu sindicato (..) Te podríamos matar a
palazos en la calle en medio de una de tus manifestaciones que la gente
nos aplaudiría”.
Ese mismo año, también le enviaron un correo
electrónico: “Podemos pegarte un tiro en la calle y venderlo como un
hecho de inseguridad más”.
Las amenazas se sucedían en un contexto en
el que Macri hacía blanco en los sindicatos. El 1 de marzo de 2017, el
entonces presidente dijo: “No creo que Baradel necesite que nadie lo
cuide”. Desde la provincia de Buenos Aires, Vidal convocaba a
“voluntarios” docentes y no docentes a ocupar los lugares de quienes
estaban con medidas de lucha y el gobierno enviaba a la Policía
bonaerense a algunos establecimientos educativos. En abril de ese año,
vino la represión de los trabajadores y de las trabajadoras que
instalaron una escuela itinerante frente al Congreso.
De la
investigación que se viene llevando adelante en La Plata por el armado
contra el “Pata” Medina, surge que 2017 fue una inflexión del macrismo
en su relación con los gremios y que allí hubo una decisión de apuntar
contra sus máximos dirigentes.
El Suteba se presentó como querellante
en esa causa, pero el juez federal Ernesto Kreplak lo rechazó porque la
investigación está –al menos, por el momento– centrada en la Uocra
platense. El sindicato que lidera Baradel es querellante en la causa del
“Proyecto AMBA”. Aún resta saber si el cúmulo de información que le
entregó Caamaño servirá para alimentar esa investigación –ahora en manos
del juez federal Julián Ercolini– o si originará una nueva denuncia.