La Corte Suprema en pie de guerra contra los gobernadores
El enojo por la propuesta para reformar el máximo tribunal, Los cortesanos se resisten a aumentar la cantidad de integrantes y aseguran que la iniciativa surgió ante el avance de Horacio Rosatti sobre el Consejo de la Magistratura. La disputa por la coparticipación. Por Irina Hauser y Raúl Kollmann. La Corte recibió con sorpresa --y bastante enojo-- la ofensiva de los 16 gobernadores que firmaron el documento “Por una Corte Suprema Federal” y que proyecta, aunque aún no existe un texto concreto, un máximo tribunal con más de 20 miembros, tal vez uno designado por cada mandatario provincial.
Todo indica que los supremos se opondrán a casi cualquier cambio en el
número de integrantes. Algunos de ellos incluso se opusieron antes,
cuando comenzó hace más de dos semanas el debate de una reforma en el
Senado. En el Palacio de Tribunales admiten que se trata de una reacción
ante las últimas jugadas que encabezó el titular de la Corte, Horacio
Rosatti, sobre todo cuando decidió hacerse con la presidencia del
Consejo de Magistratura sin la más mínima espera, sin darle algo de
tiempo al Congreso Nacional para que trate la ley correspondiente para
modificar su composición. Pero, más allá de ese asunto puntual, los
gobernadores ven un alto tribunal en total sintonía con el macrismo y
avanzando sobre otros poderes.
El fallo de la Corte que declaró
inconstitucional la integración que el Consejo tuvo durante los últimos
15 años, producto de una reforma promovida por la entonces senadora
Cristina Kirchner, fue votada por el propio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y
Juan Carlos Maqueda. Ricardo Lorenzetti compartió el criterio de que el
organismo tenía un desequilibrio en la integración, pero se opuso a lo
que determinó el resto: reponer una ley derogada para que el cuerpo
tenga 20 miembros y el presidente supremo quede al frente. Este jueves
el funcionamiento del Consejo con formato resucitado, tendrá un
importante test. Se verá la conducta de Rosatti ante lo que él mismo
votó en la Corte: reemplazar a los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo
Bertuzzi –trasladados y nombrados a dedo por Mauricio Macri-- por jueces
designados por concurso en la Cámara Federal. La oposición no quiere
saber nada con cambios que se produzcan en su sede preferida: Comodoro
Py.
El documento de los 16 gobernadores reclamando una “Corte
Federal” produjo verdadera conmoción. Está claro que los mandatarios
provinciales ven que el máximo tribunal está alineado con la oposición y
que, por carácter transitivo, jugaría a favor de los planteos de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El ejemplo sería la cuestión de los
fondos que Mauricio Macri le transfirió a CABA por cifras muy superiores
a la compensación por el pase a la Ciudad de la Policía Federal. En ese
expediente, incluso piden actuar como “amicus curiae”. En una carta que
ya habían enviado a la Corte señalaban que al aumentar los fondos
coparticipables entregados a la Ciudad de un 1,4% a un 3,5% con la
excusa del traspaso policial, Mauricio Macri había violado “los
principios de equidad, solidaridad e igualdad en todo el territorio
nacional”
Anticipando la batalla de fondo, donde una postura
unificada de tantos gobernadores podría colaborar con el logro de una
reforma, en la Corte dan a entender que un aumento grande de ministros y
la división en salas es inconstitucional porque la Carta Magna habla de
una sola Corte, no de que distintas salas puedan dictar fallos por sí
mismas. Esa postura de los cortesanos, también en sintonía con Juntos
por el Cambio, presagia que van a dar batalla contra cualquier cambio en
la Corte, aún si se consiguieran los votos para ese cambio en el
Congreso Nacional. Ya lo hicieron en su momento, en 2013, cuando el
Congreso votó la célebre reforma democratizadora de la justicia que,
entre otras cosas, modificaba al Consejo, y que los supremos declararon
inconstitucional.
Los endebles argumentos de la Corte. En la Corte
argumentan que tres de los cuatro integrantes actuales son
representativos de provincias, al haber dos santafecinos --Rosatti y
Ricardo Lorenzetti-- y un cordobés, Maqueda. Y, además, sostienen que en
su momento fallaron a favor de Santa Fé, Córdoba y San Luis en la
controversia por fondos coparticipables con el Estado Nacional. Fue a
fines de 2015, cuando CFK terminaba su mandato. “De esta Corte salió
mucha jurisprudencia federal”, afirman.
Los argumentos parecen
endebles, sobre todo porque es público y notorio que el máximo tribunal
tiene puesta la camiseta opositora, algo que también se verifica por su
intervención brutal en la cuestión del Consejo de la Magistratura. Pero
también en que a las corridas sacó un per saltum a pedido de dos jueces
que son tropa del macrismo --Bertuzzi y Bruglia--, mientras continuaban
en espera decenas de causas contra opositores, el expediente de Santiago
Maldonado y, además, la Corte ni siquiera intervino en el juicio por
las obras viales de Santa Cruz --con Cristina Kirchner como principal
imputada--, que se inició sin que hubiera la más mínima pericia.
Quienes
están cerca de la Corte tratan de desalentar a los gobernadores y
sugieren que desistan del proyecto. Por ejemplo, les dicen que una Corte
con más miembros sería ingobernable, que en época de Néstor y Cristina
Kirchner se bajó el número de siete a cinco y ahora pretenden hacer el
camino inverso, que la designación de más cortesanos es muy difícil
“porque hasta ahora ni siquiera pudieron reemplazar a Elena Highton de
Nolasco” y que, en cualquier caso, las designaciones le quedarán al
próximo gobierno, que podría ser de la actual alianza opositora. “Ya le
ocurrió al peronismo en 2015. Cuando asumió Macri retiró los pliegos de
los dos jueces propuestos por Cristina, Domingo Sesín y Eugenio
Sarrabayrouse, y metió a los suyos, Rosatti y Rosenkranz. O sea, corren
el peligro de que el peronismo consigue los lugares y la oposición, si
gana, los llena”.
Un test en el Consejo de la Magistratura
Para
insistir en la versión de que podrían impugnar una nueva reforma por
inconstitucional, los supremos deslizan que la Carta Magna habla de una
única Corte y no de salas distintas que tratan temas distintos. Por
supuesto, habrá una fuerte polémica. Los gobernadores analizan modelos
de otros países, incluso de la región como Chile, que tiene una Corte
con 21 miembros.
Un termómetro del alineamiento del máximo tribunal
con el macrismo se verá este mismo jueves cuando se reúna el Consejo de
la Magistratura bajo la presidencia de Rosatti. Además del reparto de
cargos en las comisiones y la vicepresidencias del cuerpo, será clave la
decisión que se tome sobre la marcha de los concursos, en especial los
que terminaron hace tiempo, el año pasado, para cargos en Comodoro Py:
la Cámara Federal es el caso más peliagudo y donde se verá a prueba el
criterio de Rosatti, pero también hay tres juzgados vacantes y seis
cargos en tribunales orales de Retiro.
Las ternas están listas pero
deben ser votadas por el pleno para ser elevadas al Poder Ejecutivo.
Juntos por el Cambio se niega a aprobar a las y los candidatos elegidos
porque sus voceros sostienen que Comodoro Py “no se toca”. Es un
territorio donde la derecha juega de local. Ahora Rosatti no puede ir en
contra de lo que votó en la Corte y debería impulsar la elevación de
las ternas. Con su voto y el de los jueces -que no deberían discrepar
con el máximo tribunal- se podría avanzar en normalizar la Cámara
Federal, copada al extremo por la oposición.