CFK: "Me importa un pito quedar bien con los funcionarios"
CFK: "La ultrainflación que estamos viviendo es producto del endeudamiento criminal del macrismo"
La vicepresidenta puso sobre mesa las diferencias con el equipo económico pero apuntó contra los argumentos de la derecha. No es el déficit, dijo. Señaló que existe un "festival de importaciones" por fallas en el Estado pero además porque jueces y fiscales están autorizando salidas de millones de dólares a través de amparos. "Si la necesidad es del pueblo no hay derecho, si es de los poderosos hay jueces y fiscales: no hay Poder Judicial, hay partido judicial". Sobre el futuro del FdT, advirtió: "La unidad nunca estuvo ni estará en discusión". Por Melisa Molina. La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, volvió a aparecer públicamente.
Lo hizo en un plenario de la CTA en Avellaneda, junto al secretario
general de la central, Hugo Yasky y el ministro de Desarrollo
Territorial y Hábitat y exintedente del municipio, Jorge Ferraresi.
Durante su discurso, la expresidenta puso nombre y apellido a los
problemas que sufre la economía argentina. También dejó importantes
definiciones para entender los debates que existen dentro del
oficialismo. Más allá de los cuestionamientos implícitos al presidente
Alberto Fernández al decir que "para ganar una elección y no cambiar
nada es mejor quedarse en la casa"; que "los que tienen miedo de tomar
decisiones que se busquen otro trabajo", y de opinar que "este es un
Estado estúpido", con funcionarios que "tienen miedo y no tienen
voluntad de cambiar las cosas", aclaró que "la unidad del FdT nunca
estuvo ni estará en discusión".
Después de hacer un repaso por las
últimas crisis que transitó el capitalismo en lo que va del siglo XXI
--la crisis de 2008; la provocada por la pandemia de covid y la desatada
por la guerra entre Rusia y Ucrania--, CFK explicitó que su discurso
iba a girar sobre las causas de la inflación y desmintió que los números
tan altos sean culpa del déficit fiscal. La vicepresidenta utilizó
pantallas para mostrar gráficos que indicaban que la Argentina no se
encuentra en el ranking de países con más déficit fiscal --dentro de los
países del G20--. CFK dejó en claro que "el proceso ultrainflacionario
que estamos viviendo es producto del endeudamiento criminal del
macrismo".
“En el ranking de países evasores Argentina ocupa el
tercer puesto. En nuestro país, la recaudación representa el 28 por
ciento del PBI cuando debería representar el 45 por ciento. Junto a este
podio de países evasores tenemos otro podio: en los países con
formación de activos en el exterior también somos terceros. Miren qué
casualidad”, dijo. “No nos faltan dólares, están afuera. Ese es el
problema que hoy tenemos. La escasez en dólares y la economía
bimonetaria. No es que no haya o nos falten o que la economía argentina
no produce. Produce dólares que se evaden“, puntualizó.
Según
comentó la vicepresidenta, en Argentina 600 empresas explican el 75 por
ciento de las exportaciones y el otro 25 por ciento de las importaciones
lo explican 24 mil empresas. "No es tan difícil controlar esto”, dijo
sobre las diferencias en el plano económico que tiene con el Presidente y
con su equipo. Destacó que "hay un festival de importaciones", y que
"el gobierno debe pensar cómo articular mejor el Banco Central, el
ministerio de Producción y la AFIP". CFK volvió a hablar de Techint,
pero a diferencia del discurso en YPF, en esta ocasión lo hizo de forma
explícita: “Si tenés una empresa multinacional de la magnitud de Techint
y además tenés la posibilidad de hablar con sus directivos, pedile que
los 200 millones de dólares que les tienen que pagar a su subsidiaria de
Brasil, la financien ellos o pidan un crédito en el BNDES y entonces no
hay que darles 200 millones de dólares a $127. Estas cosas son también
usar la lapicera”, aclaró.
Para graficar la gravedad que implica
la no toma de definiciones, CFK comparó: "¿Qué pasaba si San Martín
hubiera pensado en la correlación de fuerzas? no hubiese cruzado la
Cordillera. Este país existe porque hubo hombres y mujeres que no
pensaron en la correlación de fuerzas e hicieron lo que había que
hacer". Como consigna expresó que "debemos apelar a nuestras mejores
acciones y convicciones, no nos olvidemos de dónde venimos y por qué
ganamos. No es mi voz, es la de los que queremos representar a la
gente". La presidenta del senado también repitió que "hay que tener
funcionarios que funcionen y que se sienten a discutir, no a agachar la
cabeza". Sin embargo, tras ponderar de forma positiva la incorporación
al gabinete del nuevo ministro de producción, Daniel Scioli, y de
Guillermo Michel, como nuevo titular de la Dirección General de Aduanas,
resaltó que "tengo expectativas de que esto se puede enderezar, pero
tenemos que ponernos de acuerdo en el criterio".
Antes del
mediodía, el galpón ubicado en el parque municipal de Avellaneda,
comenzó a colmarse de cientos de delegados y delegadas de la CTA que
llegaban con sus banderas y pecheras. La mayoría venía de distintas
provincias y había entusiasmo. "Avellaneda cuna de la resistencia";
"Juventud trabajadora"; "Empoderar a les trabajadores, emancipar la
patria", consignaban algunas banderas que los militantes colgaban de las
paredes. También había mujeres con remeras que tenían la cara de
Cristina y la de Milagro Sala. La canción que más sonó fue: "Cuánto te
falta para entender que no fue magia, nos conduce una mujer". Cerca de
las 16 la vicepresidenta llegó acompañada por el gobernador de la
provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
En las primeras filas
se ubicaron dirigentes de la CTA como Roberto Baradel y Sonia Alesso.
También hubo sindicalistas de la CGT como uno de sus secretarios
generales, Pablo Moyano, Omar Plaini, Víctor Santa María y Sergio
Palazzo. Del gabinete nacional estuvieron los ministros de Defensa,
Jorge Taiana y de Cultura, Tristán Bauer; la titular de ANSES, Fernanda
Raverta y el secretario de derechos humanos, Horacio Pietragalla Corti,
entre otros. También los legisladores Ofelia Fernández, Mariano Recalde,
Daniel Gollan y Leopoldo Moreau. En representación de los intendentes
del conurbano estuvieron Mayra Mendoza; Mario Secco; Fernando Espinoza y
Mariel Fernández.
En otro tramo CFK denunció al poder Judicial.
"Los jueces y los fiscales aparecieron en el mundo de las importaciones.
Entre enero de 2021 y marzo de 2022 salieron del país 1.847 millones de
dólares de importaciones autorizadas por jueces y fiscales a través de
amparos". En esa línea, ironizó con los dichos del presidente de Corte
Suprema, Carlos Rosenkrantz. "Donde hay necesidad de dólares habrá un
juez y un fiscal para darles dólares a los importadores; si la necesidad
es del pueblo no hay derecho; si la necesidad es de los poderosos hay
jueces y fiscales. No hay Poder Judicial, hay partido judicial",
enfatizó.
Al final del discurso, la vicepresidenta dedicó unos
minutos a las últimas marchas de los movimientos sociales pidiendo más
planes. "Los piqueteros son hijos de las políticas neoliberales de los
90, no del peronismo", aclaró y recordó que "cuando asumió Néstor había 2
millones 200 mil planes, cuando nos fuimos quedaban 220 mil". En esa
línea, añadió que "hoy tenemos un 7 por ciento de desocupación, pero a
diferencia de 2015 tenemos 1 millón 300 mil planes. Con este número de
desocupación debería haber menos". "El Estado debe recuperar el control
de las políticas sociales. No pueden seguir tercerizadas", como reclaman
al Presidente distintos gobernadores y subrayó que "el peronismo es
trabajo".
Repercusiones
Desde Casa Rosada comentaron a este
diario que el discurso de la vicepresidenta "fue interesante y aporta
ideas al debate". Sin embargo, aclararon que "no es de afuera porque
ella también forma parte del gobierno". Leyeron como positivo que CFK
haya dicho "que bajó la desocupación y que le gusta Scioli" y que no
haya mencionado el acuerdo con el FMI, ni cuestionado el aumento de
tarifas.