Los precios de los alimentos básicos subieron 27%
Alarma en el conurbano: advierten que los precios de los alimentos básicos subieron 27% en agosto . Lo señala un informe hecho en negocios de cercanía en 20 distritos del GBA. El gasto en carnicerías subió 48%. La remarcación supera con creces el ajuste del dólar. Por: Marcelo Di Bari. La canasta básica alimentaria subió 27% en el mes de agosto, según el relevamiento realizado en los barrios del conurbano por el Isepci (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana). Las cifras más que duplican todas las previsiones de consultoras y centros de análisis sobre la evolución de la inflación en el último mes y de los alimentos y bebidas, en particular. “Después de la devaluación del 20%, en agosto, la canasta de alimentos subió 27% en los barrios populares”, es la frase más destacada del trabajo del Isepci, que sugiere que los formadores de precios trasladaron el ajuste del tipo de cambio muy por encima del verdadero impacto en su estructura de costos.
En efecto, los valores de venta al público de la papa de los campos
bonaerenses (+30,95%), el azúcar del norte argentino (+23,19%), el asado
(+49,75%) y la nalga (+59,09%) de los animales de la región pampeana
subieron muy por encima del dólar. “En julio pasado, una familia de dos
personas adultas y dos peques necesitó en el conurbano bonaerense,
$110.079,26 para cubrir sus gastos de alimentación básica durante todo
el mes. Sólo treinta días después –en agosto- el valor de igual canasta
llegó a $139.789,65, o sea que la familia precisó agregar $29.710,39
(+26,99%) a sus recursos, para adquirir los mismos alimentos
indispensables. La suba interanual fue de 167,05%”, reza el informe de
la institución dirigida por Isaac Rudnik y ligada a la organización
social Barrios de Pie.
Gran parte de estas variaciones están
vinculadas al fuerte aumento que registró la carne, como producto de la
suba de los valores en el mercado mayorista y de la recuperación de
márgenes de ganancia en distintas etapas de la cadena de
comercialización, tal como publicó esta web.
Según el Isepci, en el
rubro carnes el aumento mensual fue de 48,84%, lo que implica que una
familia tipo debe emplear $46.704 para cubrir los gastos de ese sector.
Además necesita $ 27.886 en verdulería, con un aumento mensual de
19,96%, y $ 65.198 en almacén, monto que se incrementó 17,57% con
relación a lo que se precisaba en julio pasado.
Los datos surgen del
Índice Barrial de Precios (IBP) que elabora el Isepci en base a un
relevamiento de casi 300 negocios en los 20 partidos del conurbano. Allí
se encuentra la clave de este indicador: abarca distritos de condición
humilde, cuyos habitantes se abastecen en comercios barriales que no
cuentan con las ofertas de las grandes cadenas de supermercados. En ese
universo, donde la formación de precios por parte de productores y
distribuidores parece no seguir ningún criterio razonable, se analizan
los precios de 57 productos de la canasta básica.
A juzgar por los
números, la diferencia entre esos negocios y los de los barrios más
acomodados es significativa. La canasta básica de alimentos medida por
el IBP subió 167,1% en un año, mientras que la relevada por la Ciudad de
Buenos Aires aumentó 125,9% (hasta julio, sin contar la devaluación) y
la del Indec apenas un par de décimas porcentuales menos.
“Estos
números que arroja el relevamiento del valor de los alimentos en
negocios de cercanía de los barrios populares del conurbano bonaerense,
donde la pobreza llega al 45% y la indigencia al 10% de la población,
exime de demasiadas comparaciones con la evolución de los ingresos de
las familias de menores recursos. Una rápida mirada sobre los
incrementos anunciados en estos días -sumas fijas y bonos- supuestamente
compensatorios de los efectos de la inflación acelerada por la
devaluación post electoral, son absolutamente insuficientes. Igualmente,
los “acuerdos” de precios declamados por el gobierno con los
empresarios presentes en el momento del relanzamiento del
nuevo-viejísimo programa de precios, no tienen ninguna vigencia real”,
es la amarga conclusión del Isepci.