Francos, listo para borrar con el codo lo acordado en el Senado
En la Rosada afirman que el único cambio que mantendrán es el realizado al capítulo del RIGI. Reflotan el Pacto de Mayo: sería el 9 de Julio en Tucumán. Por Melisa Molina. El día después de la aprobación de la Ley Bases en la cámara Alta, desde el gobierno dicen que no respetarán el acuerdo que habrían hecho con los senadores dialoguistas y aseguran que insistirán con las versiones originales de los proyectos en el tratamiento en Diputados. "No nos comprometimos a defender ningún cambio en Diputados", remarcan y agregan que "puede volver todo para atrás". Desde el círculo íntimo del Presidente explican que el regreso al proyecto original de la ley Bases "dependerá de la voluntad de los diputados que pusieron el voto para, por ejemplo, privatizar Aerolíneas Argentinas, RTA, el Correo, destruir la moratoria, etc", pero que, si es por ellos, solo dejarían algunas modificaciones que se hicieron en el capítulo del RIGI.
Lo central, agregan, es volver a la versión original del paquete
fiscal. Para analizar la voluntad de los bloques aliados en Diputados y
pasarles ese mensaje, el jefe de gabinete, Guillermo Francos y el
presdiente de la cámara Baja, Martín Menem, se reunieron el jueves por
la tarde con los diputados amigables en el Congreso. Tras la aprobación,
la próxima parada del gobierno será la tan mentada firma del Pacto de
Mayo con los gobernadores. En encuentro entre Francos y los
representantes de los bloques dialoguistas duró una hora y veinte
minutos y estuvieron presentes los macristas Cristian Ritondo, Silvia
Lospenatto y Silvana Giudici, Juan Manuel López, Miguel Pichetto y Juan
Brugge de Hacemos Coalición Federal (HCF), el radical Rodrigo de Loredo
(UCR), Pamela Caletti (Innovación Federal), Carolina Píparo (Bs As
Libre) y Cecilia Ibañez (MID). También se sentaron en la mesa los
diputados libertadios Gabriel Bornoroni, Nicolás Mayoraz, Santiago
Santurio y Eduardo Falcone más el vicejefe de gabinete, José Rolandi, y
la secretaria de Planeamiento Estratégico Normativo, María Ibarzábal.
Según los presentes, Francos relativizó el acuerdo que habría realizado
el gobierno con los senadores para que voten la ley Bases y les insistió
con que vuelvan a la versión original del pacto fiscal. Con la ley
Bases, en tanto, les dejó entender que podían hacer "lo que quisieran".
Según lo que les dijo el jefe de gabinete la semana que viene se
volverán a reunir de manera informal y la idea es dictaminar y sesionar
la última semana del mes. Desde la casa de gobierno, en tanto, dicen que
en ley Bases hay algunos cambios dentro del RIGI que están dispuestos a
sostener, pero que "el resto no". Sobre las privatizaciones, por
ejemplo, admiten socarrones: "si es por nosotros privatizamos hasta la
Casa Rosada". El día anterior, durante el inicio de la sesión en el
Senado, el presidente provisional, Bartolomé Abdala, había anunciado que
el gobierno había concedido varios cambios luego de las negociaciones
con la oposición dialoguista. Dijo que no iban a disolver los organismos
vinculados a la cultura; que se incorporaría a la Comisión Nacional de
Energía Atómica como organismo excluido de la intervención; que
eliminarían de las privatizaciones a Aerolíneas Argentinas, Correo
Argentino y Radio y Televisión Argentina, que continuaría la moratoria
previsional y que se terminarían las obras que tengan más del 80 por
ciento realizado. Nada de esos acuerdos se respetarían. "Lo de las obras
se puede ir para atrás, lo de la moratoria también. En facultades
delegadas se incorporaron organismos que no tienen mucha razón de ser",
argumentaban en los pasillos de la casa de gobierno. Lo que más preocupa
al gobierno, sin embargo, es el paquete fiscal. Lo que analizaban el
miércoles por la noche en el Congreso era que, caído el capítulo de
ganancias, el paquete fiscal se volvería suma cero, a menos que se logre
un blanqueo extraordinario --que alcance por ejemplo los 400 mil
millones de dólares-- más lo que se recaude de bienes personales.
Finalmente, bienes personales también cayó. Por lo tanto, al día
siguiente, en el oficialismo decían sobre el regreso del impuesto a las
ganancias que "es un problema para todos si queda así". Opinaban que ese
capítulo se cayó en el Senado por la incidencia de los bloques
patagónicos, que son más fuertes en esa Cámara, pero que en Diputados
"están trabajando para que se restituya lo que votaron".
Según
información que manejan en presidencia, hay modificaciones que se
hicieron al blanqueo con las que los diputados aliados "no están de
acuerdo", y tampoco con modificaciones que se hicieron en la reforma
laboral --dos artículos que incorporaron senadores radicales--.
Francos,
el secretario del Interior Lisandro Catalán, el asesor Santiago Caputo y
un grupo de funcionarios que se quedaron en Casa Rosada hasta cerca de
las dos de la mañana del miércoles cuando terminó la votación en
particular de la Ley bases. Siguieron el debate en las oficinas del
Ministerio del Interior, en la planta baja de la Rosada. Milei, que iba a
subirse al avión presidencial para ir al G7 a las 22.30, se terminó
subiendo pasadas la una. "Nos costó bastante aprobar la ley, se
resistieron con uñas y dientes y hasta hubo un poquitito de quilombo en
la calle", resumían sobre la jornada anterior y decían que, más allá de
todo, "el resultado se dio como se tenía que dar". "Somos bilardistas",
bromeaban.
El abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez expresó
que los diputados no podrán insistir en los capítulos que fueron
rechazados por el Senado. "La Cámara de Diputados no puede volver a
tratar los títulos (con sus respectivos artículos) que fueron rechazados
por la Cámara de Senadores hasta el año que viene", dijo. Sin embargo,
hay quienes argumentan que la ley se aprobó en general y que eso ya
habilitaría a tratar también lo que fue rechazado en su interior. Cerca
de Milei dicen sobre este tema que la Cámara de Diputados "tiene la
obligación de aceptar o rechazar cualquier modificación que haya hecho
el Senado, sean modificaciones o eliminaciones".
Ley Bases, pacto fiscal... ¿Y después?
Una
vez que termine el proceso en diputados --se espera que las leyes se
traten entre el 26 y el 28 de este mes--, se llevará adelante el proceso
de reglamentación para el que ya están trabajando equipos de
presidencia encabezados por Ibarzábal.
Con la ley promulgada, se
organizará el tan mentado y postergado Pacto de Mayo. Una de las ideas
es que la firma junto con los gobernadores se haga el 9 de julio en
Tucumán. Aunque hay que ver si llegan con los tiempos. Tanto la UCR,
como el bloque de Hacemos Coalición Federal que lidera Miguel Ángel
Pichetto, dicen que "tienen la predisposición de tratarlo lo más rápido
posible", pero así y todo no saben si lo lograrán hacerlo antes del 9.
Según
confían en el oficialismo, avanzarán en una agenda de trabajo "que ya
está establecida", y con el armado de una mesa "para empezar a trabajar
en proyectos de ley las ideas que están en el decálogo del pacto". Tal
como adelantó Milei en Córdoba, se conformará un "consejo de mayo" en el
que habrá un representante del Ejecutivo, uno de cada una de las
Cámaras del Congreso, uno del sindicalismo, otro del empresariado y uno
de los gobernadores. El proceso de selección, en tanto, será interno en
cada uno de los grupos. Existe la posibilidad de que se le sume a los
diez puntos uno vinculado al tema educativo que no habían sido tenidos
en cuenta. El resto, seguiría igual.
Una vez que las leyes estén
aprobadas, el oficialismo tiene que pasar por el Congreso los pliegos de
los jueces de la Corte Suprema y luego insistirá con proyectos
vinculados a la seguridad y con todo lo que estaba en la ley Bases
original y quedó fuera de la última versión. También quieren enviar un
proyecto propio de reforma previsional. Habrá que ver con qué entusiasmo
los senadores acompañan al oficialismo en sus próximas aventuras.