El FMI anticipó una caída del PBI del 3,5% y una recesión prolongada
El documento destaca el esfuerzo fiscal con una corrección de 5 puntos del PBI y la recomposición de reservas que pasaron de u$s11.200 millones negativas a u$s300 millones positivas. Por Liliana Franco. Se espera que la actividad se recupere en el segundo semestre y que la inflación converja a 4% hacia fin de año. El FMI revisó sus proyecciones para la economía argentina y ahora espera una menor inflación para este año de 140% (10 puntos menos que su anterior pronóstico) con el índice de precios convergiendo al 4% para fines del 2024. Respecto de la actividad espera una contracción de 3,5% del PBI (0,75% más que su proyección previa). Estos datos surgen del informe dado a conocer este lunes por el Fondo referido a la 8tva. Revisión del programa en curso.
En lo esencial los técnicos del organismo consideran que: “El programa
sigue firmemente encaminado y todos los criterios de desempeño
cuantitativos para finales de marzo de 2024 se cumplieron con márgenes”.
Sin embargo, se señala que “para sostener el progreso es necesario
mejorar la calidad del ajuste fiscal, tomar medidas iniciales para
mejorar el marco de política monetaria y cambiaria e implementar
reformas para desbloquear el crecimiento, el empleo formal y la
inversión”.
El FMI estima una baja en el PBI para este año, pero
avizora un repunte para el 2025. Debido a una fuerte caída en la
actividad en los últimos meses, el Fondo empeoró su previsión del PBI
que se reduciría 3,5% este año (en el anterior pronóstico era -2,75%).
Sin embargo, “se espera un cambio de rumbo en la actividad durante la
segunda mitad de este año, a medida que se alivien los obstáculos de la
consolidación fiscal, los salarios reales comiencen a recuperarse y la
inversión se recupere gradualmente”.
Asimismo, se espera que la
inflación mensual caiga aún más, convergiendo a alrededor del 4% para
fines de 2024 (140% por interanual frente al 150% anterior), y
disminuyendo aún más en el mediano plazo, a medida que la demanda de
pesos se recupere de los actuales niveles históricamente bajos.
Mientras
tanto, se prevé que las reservas se mantengan sin cambios, ya que los
términos de intercambio menos favorables se ven compensados en gran
medida por mayores entradas netas de capital. Al respecto, precisa que
tras haber recibido el 7 de diciembre del 2023 reservas netas negativas
por u$s11.200 millones, la situación se revirtió y el último dato arroja
que son positivas, aunque en solo u$s300 millones.
Los superávits
fiscales y externos sostenidos a mediano plazo –respaldados por
políticas estrictas, aumentos de productividad y mejoras estructurales
en el balance energético– fortalecerán las reservas y asegurarán las
perspectivas de acceso a los mercados internacionales.
Política fiscal
El
FMI destaca que “las autoridades están plenamente comprometidas a
lograr un superávit primario del 1,7% del PBI este año, en consonancia
con el equilibrio general”.
La evaluación del Fondo es que “alrededor
de dos tercios del ajuste planeado (alrededor de 5 pts. del PBI) se
habían logrado a finales de abril”. Y, sostiene que se obtuvo
“principalmente a través de impuestos temporales más altos relacionados
con las importaciones, menores subsidios y recortes discrecionales del
gasto”.
Ley Bases
El documento dice que se espera que el Congreso
apruebe el paquete fiscal del Ejecutivo incluyendo la modificación en
del impuesto a las ganancias, la amnistía fiscal, una mejora de los
impuestos sobre los bienes personales y la aplicación de tributos
especiales sobre sobre el tabaco).
Como el Gobierno prevé el
equilibrio de las cuentas públicas, el FMI considera que para cumplir
con este objetivo se deberán realizar reformas en “ los sistemas
tributarios, de pensiones y de reparto de ingresos (coparticipación),
incluso para eliminar los impuestos distorsivos”.
Competencia de monedas
En
el plano de las políticas monetarias y cambiarias se persigue “afianzar
la desinflación y salvaguardar la acumulación de reservas”.
Para
apoyar la transición hacia un nuevo régimen monetario (“competencia de
monedas”), el Banco Central garantizará que las tasas de política
monetaria se muevan hacia territorio positivo en términos reales. En
este sentido, el ministro de Economía, Luis Caputo, declaró hace días
que “se terminó la tasa de interés negativa”.
En cuanto a la política
cambiaria y a tono con lo planteado por las autoridades argentinas,
señala que “se volverá más flexible mediante el relajamiento de las
medidas de los flujos de capital (CFM) según lo permitan las
condiciones”. De esta manera el FMI coincide con lo señalado por el
Palacio de Hacienda en el sentido que se “intentará levantar el cepo lo
más rápido posible, pero sin asumir riesgos que pongan en peligro el
esquema de estabilización”.
Por esta razón en el documento se señala
que “las autoridades siguen comprometidas con una pronta eliminación de
los controles de capitales y las restricciones cambiarias más
distorsionantes”.
También afirma que “es necesaria una mayor
racionalización de las regulaciones bancarias para fortalecer la
transmisión monetaria y seguir desbloqueando el crédito privado”.
Desajustes
La
conducción económica seguirá corrigiendo los desajustes de precios
relativos (es decir, por ejemplo, seguirá incrementando las tarifas
públicas) y creando una economía más orientada al mercado.
Se insiste
en que la aprobación “de la histórica reforma legislativa (Ley Bases)
respaldará la recuperación e impulsará la productividad”
Según el organismo esto será posible a través de:
Una mayor flexibilidad del mercado laboral
Mejoras en el marco legal e incentivos adecuadamente diseñados para
grandes inversiones a largo plazo en hidrocarburos y otros sectores
estratégicos (RIGI)
Reducción de la participación estatal en la economía
Eliminación de barreras de entrada y políticas para salvaguardar la competencia
Deuda pública
Los
técnicos del organismo puntualizan que la estrategia de las autoridades
consiste en seguir “centrándose en reducir los riesgos de
refinanciación, al tiempo que disminuye gradualmente las
vulnerabilidades ampliando los vencimientos, evitando los títulos
vinculados al tipo de cambio y a la inflación, y pasando de los títulos a
un día del BCRA a los bonos del Tesoro”.
En lo concerniente al
crédito externo, indica que “se han buscado garantías financieras firmes
de los bancos de desarrollo multilaterales y regionales”.
Fondos frescos
Desde
este punto de vista, fuentes oficiales adelantaron a Ámbito, que el
Banco Mundial podría otorgar “importantes prestamos” a partir de un
nuevo programa con el FMI. En este sentido, ya comenzaron las
conversaciones del equipo económico para definir un nuevo acuerdo.
Asimismo, fue uno de los temas que el presidente, Javier Milei conversó
este fin de semana, con la titular del FMI, Kristalina Georgieva.
El
Fondo muestra su reticencia en otorgar más fondos a la Argentina al
indicar que los riesgos por su exposición crediticia con la Argentina
“siguen siendo significativos” aunque se han moderado.
Desde ya,
consideran que “los esfuerzos continuos para abordar los desequilibrios y
sostener los superávits gemelos serán fundamentales para garantizar el
regreso de Argentina a los mercados externos en un plazo compatible con
las necesidades de refinanciamiento de la deuda”.
Los riesgos que percibe el FMI
El
staff evalúa que “los riesgos siguen siendo elevados, aunque se han
vuelto más equilibrados tras las medidas audaces para restablecer la
estabilidad” dispuestas por el Gobierno.
Con todo advierten que “las
condiciones externas podrían volverse menos favorables y la recesión
actual podría prolongarse, alimentando tensiones sociales y complicando
la implementación del programa”.
Entre los riesgos señala que los
“mayores retrasos en la aprobación por parte del Congreso de los
paquetes fiscal y la Ley Base”. La eventual demora “podría obstaculizar
los esfuerzos de estabilización” lo que llevaría al gobierno a “que se
tomen fuertes medidas compensatorias, según sea necesario, para asegurar
todos los objetivos del programa.
Al respecto, tanto el ministro de
Economía como el jefe de gabinete, Guillermo Francos advirtieron que en
caso de no aprobarse las iniciativas sería necesario aplicar un “ajuste
mayor en las cuentas públicas”.
Como ya venía señalando en anteriores
informes, el Fondo señala que es necesario “garantizar una distribución
adecuada de la carga y generar consenso para la reforma, dado el frágil
panorama social y político”.