Se cayó Ficha Limpia
La votación fue 36 a 35. Dos senadores misioneros votaron en contra. Libertarios y macristas cruzaron reproches. Hay sospechas de una derrota controlada. El festejo de UxP. Por Paula Marussich. El oficialismo necesitaba 37 votos para sancionar la ley que proscribía a CFK. No lo consiguió. Ficha Limpia no es ley. El intento de proscribir a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner quedó obturado cuando La Libertada Avanza y sus aliados no consiguieron los votos necesarios para sancionar la norma. Por un voto se rechazó el proyecto. Fueron 36 afirmativos y 35 en contra. El resultado tomó por sorpresa a todo el recinto: el oficialismo y el PRO, principales impulsores de la norma, sufrieron una derrota inesperada que dejó expuestas sus fracturas internas y su falta de control parlamentario.
Ezequiel Atauche, titular del bloque libertario, no ocultó su bronca:
“La casta misionera fue responsable de la derrota”, disparó a pesar de
que estos senadores actuaron como aliados en varias votaciones. A esa
altura, ya circulaban acusaciones cruzadas entre los bloques que hasta
pocas horas antes negociaban la sanción sin cambios. Con la confirmación
del voto de los santacruceños, se especulaba con que los misioneros
podían pedir cambios. Pero finalmente votaron en contra. Solo Unión por
la Patria —único bloque que votó en contra— celebraba, aún sin terminar
de creerlo.
La ley cayó por el rechazo de los senadores misioneros
Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, que responden políticamente a Carlos
Rovira. Sus votos eran claves y al retirar el apoyo al oficialismo
hicieron naufragar el proyecto. “Nos llevaron hasta acá y a último
momento se dieron vuelta”, se lamentó Atauche. Desde su banca, un
senador que votó a favor de la ley murmuró resignado: “Jugó el
oficialismo”. La rapidez con la que el gobierno nacional emitió un
comunicado alimentó las sospechas de una maniobra de último momento. “La
Oficina del Presidente condena la decisión del Senado de rechazar el
proyecto de Ficha Limpia y permitir que los afiliados al Partido del
Estado continúen impunes”, decía el texto difundido minutos después de
la votación. "El Presidente Javier G. Milei aborrece la actitud de los
senadores nacionales que han optado por priorizar la defensa de sus
intereses personales y partidarios por encima de las demandas del pueblo
al que dicen representar. Ha quedado demostrado que el kirchnerismo
hará cuanto sea necesario para defender la impunidad de sus jefes. El
Presidente Javier G. Milei no descansará hasta que Ficha Limpia se
convierta en ley”, disparó el comunicado redactado en tiempo record.
"Una enorme decepción" sintetizaron los radicales. La Casa Rosada había
intentado evitar la sesión durante toda la jornada. Lo que se ponía en
juego no era solo una ley si no también el riesgo de entregarle un
triunfo político al PRO, en plena campaña porteña, y dotar a la Justicia
de una herramienta que puede volverle en contra, justo cuando el caso
$LIBRA salpica al presidente y su entorno. Durante la tarde el Gobierno
se replegó detrás del proyecto y buscó capitalizarlo. Enviaron al
vicejefe de Gabinete José Rolandi a seguir la sesión que se mostró con
un pin de la motosierra. Victoria Villarruel se encargó de impedir que
la diputada Silvia Lospennato —autora de uno de los proyectos base—
pudiera mostrarse en los palcos. “Por una cuestión de espacio”,
argumentaron. Lospennato, sin embargo, se las ingenió para hablar con la
prensa: “Es una lástima, me hubiera gustado aplaudir a los senadores”,
dijo a Página/12. Y agregó: “No hay que discutir la paternidad del
proyecto, es una discusión sin sentido. Al cierre de esta edición la
principal impulsora de la medida escribió indignada en su cuenta de X:
"Lamentable. Han defraudado a la Argentina. Pero no vamos a parar hasta
saber qué pasó. No vamos a parar hasta que los corruptos no ganen más en
la Argentina. Los que quieren impunidad. Los que miran al costando. No
nos van a frenar. Sépanlo".