Desde que asumió Macri, el grupo Clarín aumentó sus ganancias y a la vez los despidos en sus empresas.
La etapa en la que consiguió mayores favores gubernamentales se vio reflejado en sus balances pero no en la estabilidad laboral de sus empresas.
El año 2016 fue el de la revancha del grupo Clarín. Luego de 6 años de enfrentamiento con el kirchnerismo, el Gobierno de Macri le dio pauta y los cambios regulatorios que exigía para expandirse, aun a costa de sus competidores. Sin embargo, ese mayor beneficio empresarial no redundó en cambios positivos para sus trabajadores sino todo lo contrario, ya que se acrecentaron los despidos y retiros voluntarios.
Mientras estallaba el conflicto en Artes Gráficas Rioplatenses (AGR), la imprenta del multimedios, con 300 despidos en su planta de Pompeya, el matutino La Nación revelaba los datos de publicidad oficial durante el primer año de gestión de Macri. Los números son elocuentes: Clarín recibió entre y diciembre de 2016 un 81,5% más que todo lo pautado entre 2009 y 2015, durante la gestión de Cristina Kirchner.
Mientras el grupo percibió 285,9 millones de pesos en los seis años anteriores, en los últimos 12 meses ese monto ascendió a $519 millones. El dato más llamativo es que el monto global disminuyó: pasó de 3.200 millones de pesos (entre pauta de jefatura de Gabinete y canje de deudas) a $2.439 millones. De esta forma, el multimedios pasó a concentrar el 21% de la pauta oficial. Uno de cada cinco pesos van para Héctor Magnetto, Ernestina Herrera de Noble y compañía.
Pero si ya la adquisición de pauta creció, los cambios en las reglas generan ingresos mayores. Con la derogación de cuatro artículos clave de la ley de Medios vía DNU, se le permitió al multimedios evitar el desguace. Se trata de un hecho común en la historia de Clarín: con un tamaño que supera el permitido por la ley vigente, el gobierno de turno cambia las normas para "legalizar" su situación.
Además, el Gobierno permitió finalmente la compra de Nextel, lo que implicaba su arribo definitivo a la telefonía móvil. A principios de 2017, se le permite a las empresas de medios brindar servicio de 4G, mientras que bloquea hasta 2018 el ingreso de las "telcos" al mercado de medios. Solo queda la puntada final: la adquisición de frecuencias que le permitan a Nextel dar el servicio de banda ancha móvil y ser así el cuarto operador en Argentina.
El clima "Clarín-friendly" se vio expresado en la Bolsa de Comercio, donde sus acciones subieron un 117%, pasando de 87 pesos durante las elecciones de 2015 a $189 a finales de 2016. En la actualidad, sus papeles cotizan a 203 pesos en Buenos Aires. Según los balances que presentó ante la CNV, el Grupo declaró ganancias netas por $3.200 millones solo en los primeros 9 meses del 2016 y resta presentar sus números para el último trimestre.
Más ganancias, más ajuste
Ese crecimiento de la empresa no implicó un "derrame" hacia los trabajadores, sino todo lo contrario. Según datos del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa), 280 periodistas se acogieron a "retiros voluntarios" en el Gran Diario Argentino, eufemismo para un despido acordado. A eso se le suman otros 3 en la agencia DyN, en el Clarín posee parte del capital accionario.
Ahora, y pese a los mayores beneficios, Clarín decide cerrar una planta de AGR y trasladar su producción hacia otras sedes. La planta de Pompeya ha sido eje de conflictos sindicales en el pasado.