Santiago Maldonado fue capturado por la Gendarmeria
Un nuevo testimonio confirma que Santiago Maldonado fue capturado por la Gendarmería
“Lo suben a un Unimog y ésa fue la última vez que lo vi”
Por Adriana Meyer- Pagina12
Santiago y el peñi salen corriendo hacia el río. El peñi es un joven mapuche cuyo testimonio da cuenta de los hechos que culminaron con la desaparición forzada de Santiago Maldonado el 1 de agosto. Este testimonio desmiente una vez más las hipótesis que deslindan la responsabilidad de Gendarmería o de que pudiera haberse ahogado. El testigo señala que los gendarmes habían ingresado a la Pu Lof en Resistencia de Cushamen a los tiros. Maldonado llega a meterse al agua helada del Río Chubut pero no puede seguir y vuelve a la orilla. “Me dijo que no podía más, que se volvía. La situación del cruce del río es observada por una decena de gendarmes que se encontraban sobre el alto de la barranca. Tres de ellos bajan hasta el arbusto donde estaba Santiago gritando ‘acá tenemos a uno’, y ahí escucho un escopetazo. Entre los tres lo arrastran con golpes hasta ese alto donde se encontraba el resto. Lo suben a una Unimog, y esa fue la última vez que lo ví”, declaró el peñi (miembro de la comunidad). “Cuando llegué del otro lado del río junto a los otros peñi subimos a caballo hasta la punta de una loma, donde hay señal de celular, y desde ahí enviamos un mensaje a una lamien (hermana) que se encontraba en el ingreso a la tranquera con los organismos de derechos humanos: ‘se llevaron al Brujo’”. Según este nuevo testigo presencial, Santiago Maldonado no se ahogó ni cruzó el río, fue sacado del agua por los uniformados que habían reprimido aquella mañana del 1 de agosto a los mapuches, tras el corte de ruta con el que habían reclamado por la liberación de su lonko Facundo Jones Huala. Según el testimonio, Maldonado fue golpeado y subido a la camioneta de Gendarmería, tal como ya declaró Matías Santana.
Ariel Garzí, víctima de fuertes intimidaciones | Testigo en peligro
Por Adriana Meyer
Este
joven mapuche relató la escena a los abogados que querellan contra el
Estado por la desaparición forzada de Maldonado ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA. PáginaI12 accedió
al anticipo de la presentación que harán, en dos casos abiertos ante
dicho organismo, por Naturaleza de Derechos y una veintena de
organizaciones sociales, denunciando la violación de derechos humanos a
la comunidad mapuche, tanto por los hechos del 10 y 11 de enero de 2017
como por los del 31 de julio y 1 de agosto. Los abogados Fernando
Cabaleiro y Carlos “Chuzo” González Quintana estuvieron una semana en
Bariloche, Esquel y El Bolson recolectando testimonios en el caso en el
que reclaman protección para todos los miembros de la Pu Lof en
Resistencia en Cushamen, Chubut, y en el cual la CIDH los habilitó para
aportar información sobre Maldonado, para quien se inició un expediente
autónomo. También se dictó una medida cautelar el 22 de agosto de 2017 a
fin de que la Argentina “adopte las medidas necesarias para determinar
la situación y paradero de Santiago Maldonado, con el fin de proteger
sus derechos a la vida e integridad personal; e informe sobre las
acciones adoptadas a fin de investigar los presuntos hechos que dieron
lugar a la adopción de la presente medida cautelar”.
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“Elaboramos
este informe –reza el anticipo del documento– tomando testimonios a los
comuneros y comuneras en el sur para informar a la CIDH sobre la
situación de desprotección, persecución y hostigamiento que padecen los
miembros de la Pu Lof, como así también quienes pertenecen a la red de
apoyo, que comprende también a personas no mapuches, como es el caso de
Ariel Garzí, amigo de Maldonado. Y también se denuncia el proceso ilegal
contra el longko de la comunidad Facundo Jones Huala, que está detenido
arbitrariamente en una situación idéntica a la de Milagro Sala. De los
testimonios directos que estuvieron en la Pu Lof el 1 de agosto para el
informe ante la CIDH se obtuvieron cuatro, dos femeninos y dos
masculinos. Dos de ellos solicitaron reserva absoluta de su identidad,
por eso unificamos el criterio y los identificamos con una letra”. Dos
de los testigos ya prestaron declaración testimonial ante la justicia,
son Soraya Maicoño y Matías Santana. “Se le indica a la CIDH –agrega el
escrito– que la mayoría de los testigos son muy jóvenes, algunos de
ellos han sido víctimas de apremios ilegales, y tienen mucho temor. Ni
la fiscal ni el juez de Esquel ofrecen garantías de protección a los
testigos. El caso más grave es el de Ariel Garzí, que a la semana de la
desaparición de Santiago Maldonado, aportó pruebas esenciales para la
resolución del caso, sin embargo el juez relativizó de modo muy
sospechoso su testimonio y el aporte de pruebas”. En diálogo con
PáginaI12, Cabaleiro y González Quintana afirmaron que “acá ante todo
hay responsabilidades penales, no solamente de una treintena de
gendarmes, –en especial una decena de ellos– que ingresaron al
territorio ancestral mapuche con dispensa judicial para acribillar a
jóvenes, con cartuchos de perdigones de plomo, que tienen capacidad para
matar a una persona, tal como consta en las fotos tomadas por los
comuneros de la Pu Lof. De esta agresión se presume que fue víctima
Santiago Maldonado, según estos testimonios y los de funcionarios
judiciales y del gobierno nacional”. Y agregaron que “hay fotos sobre el
puesto de guardia que dan cuenta que se utilizaron cartuchos con
perdigones de plomo”. Por lo tanto, la conclusión que se presenta ante
la CIDH es que Santiago Andrés Maldonado fue desaparecido forzadamente
por la Gendarmería Nacional y que hay responsabilidad exclusiva del
Estado Argentino.
Los hechos
El juez federal Guido Otranto
tiene prevista la reconstrucción de los hechos para el miércoles, aunque
a su esquema quizás le falten algunas piezas esenciales. “Con los
testigos directos pudimos reconstruir los hechos en la Pu Lof y los
últimos momentos de Santiago antes de su desaparición. El testimonio A
corresponde a una mujer de 28 años, madre de un hijo. Llegó el 31 de
julio de 2017 al territorio aproximadamente a las 19 horas, desde la
ciudad de Puelo. Llegó a la guardia en la cual se encontraba Maldonado, a
quien conoció el día de la protesta en el Municipio de El Bolsón, por
la ley de tierras. Lo describe muy divertido, es más cuando la testigo
llega a la Pu Lof se estaban riendo porque Santiago estaba haciendo
chistes reclamando un morral y nadie se lo prestaba. La mujer, miembro
de la comunidad, afirmó que el 1 el joven tatuador estuvo en el primer
enfrentamiento ejerciendo autodefensa. El testimonio C, que pertenece a
Maicoño, también señala que lo vió. Ella llegó a las 9 de la mañana, ahí
pudo ver como la Gendarmería entraba y salía del territorio desde la
guardia vieja, cruce de la ruta 40 nueva y vieja, de ripio. Apunta que
se dirige a la guardia nueva y ahí encuentra a los comuneros y comuneras
que estaban sin dormir por el hostigamiento, y saluda entre los
comuneros a Maldonado.
Según la mujer mapuche, que está citada
para esta semana por el juez Otranto, Santiago estaba junto 7 u 8
comuneros que se encontraban en la ruta en horas de la mañana el 1.
“Cuando se produce la irrupción de Gendarmería al predio, Maldonado se
encontraba agrupado con varios comuneros dentro del territorio a varios
metros de la tranquera principal del predio, y ante los disparos y el
ingreso de los gendarmes, que los tomó por sorpresa, corre hasta el
puesto de guardia nuevo, toma su mochila y sale corriendo hacia el río
junto a los demás comuneros. El Testimonio E da cuenta que estuvo con
él: “Fui el último que tuvo contacto con él antes que Gendarmería se lo
llevara”.
Río bajo cero
Al llegar al río con Santiago, deciden
cruzarlo, pero a esa altura había una parte profunda, donde la única
manera para cruzarlo era través de un nado de metros. Según el
testimonio E, Santiago no sabía nadar, entonces trata de tomarlo para
ayudarlo a cruzar. “Mientras eso sucedía los gendarmes efectuaban
disparos contra ellos. La acción se dificultaba bastante, entonces
Santiago le dice “siga usted peñi, no puedo más, yo me vuelvo”. Entonces
lo suelta y así Santiago vuelve a la ribera del río y trata de meterse
en un arbusto. Estaba totalmente mojado, la temperatura era muy baja y
el agua del rio era extremadamente fría. Santiago nunca llegó a cruzar
el río”, declaró E ante los abogados y lo hará ante la CIDH. Todo esto
era observado por una decena de gendarmes que estaban sobre el alto de
la barranca. “Tres de ellos bajan hasta el arbusto donde estaba Santiago
gritando ‘acá tenemos a uno’ y escucho un escopetazo. Esos tres
gendarmes lo arrastran con golpes hasta el alto de la barranca donde se
encontraba el resto de los gendarmes y lo suben a una Unimog”, dijo el
peñi, que apenas salió del agua se unió a los demás, se secaron con
plantas y fueron a caballo hasta una loma para poder enviar el mensaje
de texto que recibieron en la tranquera, donde estaban Mabel Sánchez y
Julio Saquero, de la Apdh de Esquel.
“Cuando los gendarmes se
van, ingresa la gente, entre ellas una lamien la cual había recibido un
mensaje por celu de uno de los comuneros que había cruzado el río, que
decia ‘que se habían llevado al Brujo’, al que conocíamos como Santiago
Peloso. Llega el defensor oficial Fernando Machado, hizo un acta por el
tema de los nenes, y ahí se le solicita que también consigne que había
desaparecido Santiago. Eso fue tipo 8 de la noche, ya era oscuro”, dijo
la mujer mapuche, quien también había precisado que el enfrentamiento
consistió en piedras de la comunidad contra las balas de los gendarmes.
La mujer pasó la noche en la Lof. “Como a eso de las 10 de la mañana
subo a la guardia y me quedé ahí”. Relata que a las 11 menos 10, del
cruce baja un camión de Gendarmería de color oscuro y una camioneta
blanca y gendarmes caminando, dice que varios, calcula que 30. Llegan
hasta la altura de la guardia nueva que está la tranquera (ingreso
principal), que bajan a los tiros.
Cuando llega a la guardia
nueva se queda ahí, estaba su mamá, su hijo de siete años y el hermanito
de ella, de 9. Santiago llega a la guardia y toma su mochila y corre
hacia al río junto a los demás comuneros, lo que fue ya declarado en
sede judicial por la testigo Claudina Pilquiman. Y detrás de ellos los
gendarmes corriendo, disparando e insultando. Dice que ella considera
que fueron unos 30 gendarmes aproximadamente, que llegaron a cruzar la
vía (La Trochita) hacia el rio, tambien las camionetas y un Unimog,
recuerda que esa Unimog llega hasta cerca del rio. “En ese momento
cuando llegan varios gendarmes a la guardia, la mamá de la dicente
cierra la puerta de la casilla con los nenes adentro y la dicente queda
afuera, y llega un gendarme mayor (hombre grande) para la dicente tenía
el aspecto de jefe ya que tenía un uniforme distinto, ella se para
delante de la puerta para que no ingrese a la casilla, y este la empuja,
y abre la puerta y gritando ‘dónde lo tienen escondidos’ y luego se va.
Observa que unos minutos después los gendarmes que habían ido hasta el
rio regresan. Ahí ve salir un Unimog. Señala que los gendarmes empezaron
a quemar colchones, carpas, frazadas, ropa y hasta los juguetes de los
chicos”, dice el testimonio A.
“Dado el proceder de las
autoridades nacionales, de la fiscal y el juez federal Otranto, se va a
solicitar a la CIDH que realice una visita in loco a la Argentina a fin
de que tome los testimonios a los miembros de la Comunidad Pu Lof en
Resistencia y se les brinde protección. Además de ello, se le va a
solicitar a la CIDH que le advierta al Estado Argentino que está
incumpliendo con los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos”,
dice el documento. “Lamentablemente como sociedad no hemos aprendido
nada después de más de 30 años de restablecida la democracia en
Argentina. Santiago es un caso de desaparición forzada. Lo que aflige es
el déjà vu que nos presentaron los grandes medios de comunicación, que
del mismo modo que durante el proceso dictatorial del ‘76 al ‘83,
volvieron a dar rienda suelta a las operaciones de prensa para
tergiversar la realidad diariamente hasta con historias desopilantes”,
dijeron Cabaleiro y González Quintana. “El papel de los grandes medios
de comunicación, fue el mejor aliado para las autoridades nacionales en
función de desviar la atención de la Gendarmería durante más de un mes y
medio, mientras tenemos a Santiago desaparecido. Santiago no murió,
porque no nos consta, pero tampoco sabemos si esta con vida, ese simple
planteo produce un escalofrío inconmensurable, Santiago desapareció en
el marco de un procedimiento donde intervino una fuerza del estado
nacional bajo el mando de un Jefe de Gabinete del Ministerio de la
Nación: eso si lo sabemos y lo afirmamos, están las pruebas. Treinta
gendarmes, un juez federal, una fiscal, una ministra de seguridad de la
nación y su jefe de gabinete, más los grandes medios de comunicación se
burlaron de la familia Maldonado y toda la sociedad argentina, durante
los últimos 50 días. Pero hasta acá llegaron, la verdad es una sola, y
es la que estamos revelando ante la CIDH. Las autoridades nacionales, el
juez y la fiscal, ya saben que no van poder encubrirla fácilmente”,
agregaron.
Respecto del rol del juez Otranto, dijeron que “la
rapidez con la que expidió la orden para allanar y reprimir a la Pu Lof
en Resistencia en enero como para despejar la ruta el 31 de julio, es
diametralmente opuesta a la lentitud para investigar a la Gendarmería y a
los funcionarios, y hay una lógica en esa lentitud, la no
autoincriminación, ya que fue el juez, el que puso ahí a la Gendarmería y
la que procedió bajo su guiño, también fue el juez quien tuvo antes y
durante el procedimiento del 31 de julio y 1 de agosto, un vínculo muy
estrecho y fluido con el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de
la Nación”.