Multitudinaria movilización de repudio al decreto
Multitudinaria movilización de repudio al decreto que pretende militarizar la seguridad interior
Organismos de derechos humanos, partidos políticos, movimientos sociales y gremios protestaron frente al Ministerio de Defensa.
Un multitud se reunió frente al Ministerio de Defensa para repudiar el decreto que militariza la seguridad interior.
Cientos de miles de personas se manifestaron ayer en todo el país para repudiar el decreto del presidente Mauricio Macri, el jefe de gabinete Marcos Peña y el ministro de Defensa, Oscar Aguad, que pretende habilitar la militarización de la seguridad interior. El acto central, organizado por los organismos de derechos humanos, fue frente al edificio Libertad, sede de Defensa y del Ejército.
Más de un centenar de organizaciones sociales, gremiales y políticas con
sus banderas colmaron la avenida Paseo Colón y las arterias de ingreso.
“Nos movilizamos en todo el país para decir ‘Fuerzas Armadas
represivas, Nunca Más. No a la militarización de la Argentina’”, leyó
desde el escenario Lita Boitano, de Familiares de Detenidos y
Desaparecidos por Razones Políticas, un documento que suscribieron
Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora, CELS y APDH, entre
otros. Agustín Di Toffino, de Hijos Córdoba, recordó la protección de
“El Milico” Aguad a genocidas cuando era ministro en su provincia y le
exigió “dar cuenta de dónde están los 44 tripulantes del ARA San Juan”,
cuyos familiares acampan en Plaza de Mayo, donde más temprano se
movilizó el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. El acto no cerró esta
vez con el hit del verano sino con el himno nacional cantado a capela.
Contra la militarización
A
catorce meses del “Pañuelazo contra el 2x1” con el que la Corte Suprema
de Justicia reformateada por la alianza Cambiemos pretendió
instrumentar la liberación masiva de represores condenados por delitos
de lesa humanidad, una multitud volvió a tomar las calles en ciudades de
todo el país frente a una nueva decisión unilateral e improvisada del
presidente Macri, esta vez en una materia especialmente sensible para
millones de argentinos por el genocidio que siguió a la última
intervención de los militares en seguridad interior.
Ni la llovizna
ni el frío impidieron que decenas de miles de personas caminaran hasta
el bajo porteño, atestado de vallas y policías, y se concentraran en un
lugar atípico para manifestaciones, frente a un edificio icónico del
siglo pasado, cuando los golpes militares eran la regla, pero
intrascendente para las mayorías desde el retorno de la democracia. La
histórica sede del Ejército lució anoche inusualmente oscura, oculta
tras la neblina, custodiada por cientos de policías y apenas iluminada
por leds azules de camionetas de la Policía Federal.
“No a los
milicos en las calles”, fue la consigna central, impresa en carteles
sobre el escenario montado en un camión, junto a la tradicional de
“Juicio y Castigo”. En primera fila, sobre la valla, los despedidos de
Télam se ubicaron con banderas del SiPreBA y el reclamo para que “No
silencien a la prensa”. Detrás de Hijos, APDH, Abuelas y demás
organismos se ubicaron militantes de las CTA (De los Trabajadores y
Autónoma), la CTEP, el M-26 de Julio y ATE Capital, entre otros. Pegados
a las rejas, la Tupac Amaru, La Cámpora, Nuevo Encuentro, la Juventud
Sindical de la CGT, en tanto hacia el lateral del microcentro
sobresalían el Peronismo Revolucionario y el Movimiento Octubres. Más
atrás se agolparon las columnas de Camioneros y la Corriente Federal de
Trabajadores, entre otros. Cualquier enumeración es injusta con decenas
de sindicatos y agrupaciones que colmaron no menos de cinco cuadras de
la ancha avenida Paseo Colón.
Lita Boitano, siempre sonriente, con
los dedos en V y ahora también con pañuelo verde contra el aborto
clandestino, leyó la primera parte del documento. “Rechazamos la
decisión” de Macri, Aguad y Peña de “habilitar a las fuerzas armadas a
intervenir en cuestiones de seguridad interior”, dijo y generó una ola
de silbidos. “Este gobierno implementa la miseria planificada, organiza
despidos masivos, el vaciamiento de las políticas sociales, la
persecución a pueblos originarios y a las y los militantes populares con
presos políticos, mientras aumenta la impunidad para los genocidas, con
violencia institucional, represión de la protesta social y censura a la
prensa”, contextualizó. El decreto “refuerza el modelo represivo de un
gobierno que representa los intereses de pocos mientras empobrece a las
mayorías”. “Este plan de ajuste sólo puede imponerse con repre-sión”,
marcó cada sílaba. “El Gobierno está reeditando la teoría del enemigo
interno para intentar acallar las protestas sociales y contener las
crecientes movilizaciones” de repudio a “las políticas antipopulares del
macrismo, basadas en exigencias impuestas por el FMI”, cerró, y la
calle coreó varias veces “Patria sí, colonia no”.
El nieto recuperado
Leonardo Fossati, en representación de Abuelas, destacó que la decisión
del gobierno “viola la legislación vigente, lesiona gravemente el
consenso social construido tras el retorno a la democracia y el debido
respeto a los derechos humanos”. Recordó que “las experiencias
regionales” de militarización nunca fueron “favorables para el pueblo” y
advirtió que el decreto “se inscribe en una larga serie de acciones de
cesión de soberanía en beneficio de los poderes imperiales”. “Mientras
nada se dice sobre la base de la OTAN en Malvinas, no podemos
desvincular la reorganización propuesta con los planes intervencionistas
de los Estados Unidos en el continente, que no son sólo
comunicacionales o judiciales sino también militares”, remarcó. Por
último recordó que “la política menemista de involucrar a la Argentina
en conflictos internacionales a favor de los imperios derivó en acciones
terroristas que aún nos duelen y que además siguen impunes”.
El
cordobés Di Toffino repasó los “antecedentes alarmantes en derechos
humanos” de Aguad en los años ‘90, cuando era ministro del gobernador
radical Ramón Mestre. “Protegió y avaló que en democracia siguieran
actuando policías acusados de delitos de lesa humanidad como Carlos
Alfredo Yanicelli, hoy condenado a prisión perpetua y preso en una
cárcel común por sus crímenes”, recordó. “Su menosprecio a los derechos
humanos también se vio reflejado cuando compartió un palco oficial con
el genocida Luciano Benjamín Menéndez”, dijo, y una silbatina estalló.
“Ese mismo milico Aguad, quien al llegar al Ministerio de Defensa tomó
como una de las primeras medidas el desmantelamiento del área de
derechos humanos”, apuntó, “es el mismo ministro que debe dar cuenta de
dónde están los 44 tripulantes del ARA San Juan, hoy desaparecido”.
“Desde aquí acompañamos a las familias de los tripulantes y nos unimos
al reclamo de respuesta sobre lo que pasó, dónde están y quiénes son los
responsables”, concluyó, en un escenario colmado por Madres, Abuelas y
miembros de organismos de derechos humanos.
El cierre estuvo a cargo
de Taty Almeida, de Madres Línea Fundadora, quien recordó que “con la
doctrina de la seguridad nacional” hace medio siglo “intentaron instalar
la idea de un enemigo interno y así desaparecieron, torturaron,
violaron, encarcelaron y asesinaron a miles de compatriotas”. “No es
casual que el gobierno utilice en el decreto la misma terminología para
referirse al accionar de los milicos en las calles”, advirtió. “Con las
banderas de los 30 mil detenidos desaparecidos, gritamos con convicción
‘Fuerzas armadas represivas’”, dijo, levantó la vista y la multitud
respondió “Nunca Más”.
El próximo miércoles los bloques de diputados
de Argentina Federal y del Frente Renovador convocaron a una sesión
especial para tratar los proyectos que buscan dejar sin efecto el
decreto de Macri. El FpV-PJ confirmó “la voluntad de asistir”.