Se aprobo el Presupuesto
Apostillas de una larga sesión en el Senado
Quórum, chicanas, demoras y acusaciones
Los legisladores que habilitaron la sesión. El error de Menem. Los cruces en el interbloque Argentina Federal. Por Felipe Yapur
Carlos Menem estuvo desde temprano. José Mayans: “La revolución que pregonamos es justicialista”.
Carlos Menem estuvo desde temprano. José Mayans: “La revolución que pregonamos es justicialista”.
Ausencia. La sesión comenzó unos 40 minutos más tarde de la hora prevista, las 14, pero el sillón de la presidencia de la Cámara lo ocupó el presidente previsional del Senado, Federico Pinedo.
Una vez que consiguió el quórum, el senador justificó rápidamente la
ausencia de la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien se encuentra en
Guatemala en representación de la Argentina en la XXVI Cumbre
Iberoamericana que se realiza en la capital del país centroamericano. La
ausencia de Michetti no representó un problema. En todo caso, el
oficialismo evitó los errores habituales que comete la vicepresidenta,
quien no recuerda con exactitud el reglamento de la Cámara alta a pesar
de estar al frente desde hace tres años.
Voto negativo. Entre los
temas previos al tratamiento del Presupuesto estaba la autorización de
las salidas del país del presidente Mauricio Macri que tiene en agenda.
Por lo general este es un proyecto que se respalda por unanimidad. Sin
embargo, en esta oportunidad hubo una sorpresa cuando el tablero del
Senado registró dos votos negativos. La tecla roja la habían activado
los senadores Carlos Menem y el jujeño peronista Guillermo Snopek. Poco
después trascendió que el rechazo del riojano fue producto de un error.
Sobre el voto del jujeño no hubo justificación.
La revolución. Miguel
Angel Pichetto logró frenar las renuncias en el interbloque Argentina
Federal, pero las diferencias persisten y se notó en la primera
intervención del peronista José Mayans, quien a poco de comenzar la
sesión pidió una cuestión de privilegio. El formoseño insistió en la
injerencia del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en los bloques
de la oposición. Aseguró, una vez más, que el funcionario les dio
“instrucciones” a los presidentes de los bloques, incluido al que él
pertenece y que conduce Pichetto. Ante la primera crítica, el propio
Pichetto había dicho que los que lo cuestionaban parecían bajados de la
Sierra Maestra cubana en pos de una revolución. El formoseño Mayans no
se olvidó de eso y, sin nombrarlo, le respondió: “La revolución que
pregonamos no es comunista ni anarquista, sino justicialista. Es
pacífica”, dijo para luego insistir con su reclamo por la anulación del
Fondo Sojero: “Faltamos a nuestra palabra, no tenemos palabra,
tendríamos que haber tratado el Fondo Sojero”.
Número. El número de
senadores que se necesita que estén sentados a la hora de inicio de la
sesión es de 37. El oficialismo consiguió 39 presencias, entre las que
hubo una sorpresa cuando se sentó en su curul, con mucha dificultad, el
ex presidente Carlos Menem. Por el kirchnerismo estuvo la rionegrina
Silvina García Larraburu. Sin embargo, entre las ausencias, las más
notorias fueron las de dos oficialistas: los radicales santacruceños
Eduardo Costa y María Belén Tapia, molestos por la falta de obras de
infraestructura previstas para Santa Cruz. El enojo de Costa fue tal que
la sesión comenzó, los discursos se desarrollaban y él continuaba en su
despacho. Si bien los números para la votación están asegurados, esta
ausencia no deja de ser una preocupación para las mujeres y los hombres
que integran el interbloque del oficialismo. Todos confiaban en la
capacidad del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, de convencerlo y
lograr que bajara al recinto, aunque más no fuera a la hora de votar en
general el proyecto.