La jugada de Garavano contra Ramos Padilla
El ministro fue personalmente a una audiencia para recusar al juez
La jugada de Garavano contra Ramos Padilla
Después de pedir su juicio político, el ministro de Justicia fue a Mar del Plata para insistir en el apartamiento del juez que investiga el escándalo de espionaje. Por Irina Hauser
Garavano recusa a Ramos Padilla en una denuncia que le hizo a Rozanski.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, fue personalmente a una audiencia ante la Cámara de Mar del Plata para sostener la recusación contra el juez Alejo Ramos Padilla en una denuncia que hizo él mismo contra el ex juez Carlos Rozanski, dentro de la causa sobre maniobras de espionaje y armado de causas que tramita en Dolores
. Garavano alega que fue él quien ordenó el juicio político del juez del
“D’Alessiogate” y que, por lo tanto, no está en una posición imparcial
para intervenir en lo que a él respecta. La iniciativa es parte de la
ofensiva del Gobierno para apartar, como sea, a Ramos Padilla de un caso
que implica a sus funcionarios, legisladores y actores judiciales
afines. Aunque esta presentación alude a una cuestión puntual, el
propósito es cuanto menos dar un golpe a la investigación, y seguir
generando instancias de discusión alrededor de ella. El fiscal de
Casación Raúl Pleé sumó una estrategia en la misma línea y pidió que la
Corte Suprema mande la causa a Comodoro Py, tal como habían requerido
también el fiscal rebelde Carlos Stornelli, citado para este jueves, y
otros imputados. A la vista hay una suerte de movimiento de pinzas con
intentos simultáneos por desplazar al juez y por lograr dar aire y
tiempo a Stornelli, que tiene dos investigaciones internas en la
Procuración General hace cerca de cuatro meses, pero ninguna ha derivado
en su suspensión o alguna medida que lo obligue a prestar declaración
indagatoria.
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Garavano
denunció a Rozanski ante el fiscal federal de Dolores Juan Pablo Curi,
después de que el ex juez de La Plata intentara querellarlo a él, con el
argumento de que habría querido extorsionarlo para que renuncie
mientras negociaba un acuerdo de arrepentimiento con Leonardo Fariña. En
la causa que instruye Ramos Padilla, la abogada Giselle Robles había
dicho que Fariña, su ex cliente, declaró de manera guionada acerca de
cuestiones vinculadas a la obra pública durante el kirchnerismo y que el
ministro de Justicia le garantizaba a cambio el desplazamiento de
Rozanski. Este presentó la grabación de una reunión del 19 de octubre de
2016 que tuvo con Garavano y el entonces consejero de la Magistratura
Luis María Cabral, donde hablaban de la renuncia en cuestión. Ramos
Padilla no aceptó a Rozanski como querellante, pero el ministro Garavano
insistió en recusarlo en el contexto de ese incidente, lo que hace
suponer que se busca multiplicar los ataques al juez con la expectativa
de que alguno prospere, o de debilitarlo de algún modo.
La Cámara de
Mar del Plata hasta ahora ha respaldado a Ramos Padilla en la
investigación sobre espionaje e incluso resolvió que debía mantener la
competencia, al menos de manera provisoria. Allegados al tribunal
señalaron que es difícil, aunque no imposible, que los camaristas
resuelvan el planteo de Garavano antes de la feria judicial de invierno,
que empieza el lunes próximo. Ante algunos periodistas locales, el
ministro intentó separar su planteo del “D’Alessiogate”, pero su
presencia en persona en la audiencia revela la trascendencia que le
Gobierno le da. La política que ha adoptado es la de atacar la
investigación de extrema gravedad donde se advierte con claridad la
alianza de intereses entre jueces, fiscales, políticos, funcionarios,
medios y falsos investigadores como D’Alessio para extorsionar o
inventar causas. De hecho, el oficialismo en el Consejo de la
Magistratura intenta avanzar en el pedido de juicio político contra
Ramos Padilla que instruyó el ministro. El juez presentó un descargo con
múltiples cuestionamientos a la denuncia, donde se lo critica por
hablar públicamente de la causa en el Congreso y se lo intenta implicar
en un supuesto complot contra Stornelli con escuchas de dudosa
legalidad.
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Mientras tanto, a
los ataques se sumó el fiscal Pleé, de Casación, que pretende que la
Corte Suprema declare la incompetencia de Ramos Padilla. A su entender,
las hipótesis delictivas que surgieron con el desarrollo de la
investigación “corroboraron el ámbito de actuación primordial de la
asociación ilícita fue en el ejido capitalino” y que aún los que
ocurrieron fuera sus “efectos acaecieron primordialmente en ese ámbito”.
Primero la Sala II de la Cámara de Casación, que ya resolvió que el
caso debe continuar “provisoriamente” en Dolores, tiene que decidir si
le abre el recurso a Pleé para llegar a la Corte. Si no, podría utilizar
la vía del “recurso de queja”. Stornelli también aspira a que la Corte
anule su declaración de rebeldía. Toda esta maraña judicial pretende
hacer tiempo y afectar a Ramos Padilla que, en el medio, sigue tomando
medidas y declaraciones. Este miércoles le toca prestar declaración
indagatoria al periodista Daniel Santoro, el jueves a Stornelli y el
viernes es la testimonial del ex espía Antonio Horacio Stiuso, que pidió
ser querellante.